Para la consecución de estos objetivos será necesario hacer frente a los siguientes retos: la creación de un verdadero mercado interior de transporte, la integración de los diferentes modos de transporte, la potenciación de la innovación como clave para la sostenibilidad de los transportes y la mejora de la regulación para evitar los costes ocultos de las Directivas y Reglamentos.
“Vertebrar el mercado interior, integrar los diferentes modos de transporte, desarrollar soluciones tecnológicas y reducir las cargas administrativas, son los retos”
El mercado interior de la carretera aún no está concluido, lo que supone un obstáculo para la eficiencia y los objetivos medioambientales. Valga como ejemplo, las restricciones al tráfico pesado los fines de semana en algunos Estados miembros que impiden que el mercado interior funcione correctamente, dando lugar a largos atascos de tráfico en las fronteras.
Es necesario que todos los modos de transporte sean tratados por igual, para garantizar una competencia leal. En este sentido, la internalización de los costes externos debe aplicarse a todos los modos de transporte en igualdad de condiciones. La actual propuesta de Directiva para la internalización de los costes externos del transporte por carretera no debe ser un riesgo más para la distorsión del mercado del transporte europeo.
El desarrollo de soluciones tecnológicas y la aplicación de las Tecnologías de Información y Comunicación en el transporte serán esenciales para afrontar los desafíos a los que se enfrenta el sector, reducir la dependencia energética, las emisiones de vehículos y la congestión de la red. Para ello, habrá que crear un marco claro para introducir nuevas tecnologías con la creación de estándares abiertos, garantizando la interoperabilidad y aumentar los gastos en I+D+i para las tecnologías que aún no están maduras para la aplicación en el mercado.
Por último, es necesaria una verdadera reducción de las cargas administrativas en el ámbito del transporte. Ciertas regulaciones pueden implicar costes ocultos para el sector que en su gran mayoría no son compensados por los beneficios con lo que se daña la eficiencia de la economía europea.
Además, el transporte por su propia definición se desplaza de un lugar a otro con lo que ello implica en cuanto al cumplimiento de las normativas de los Estados miembros con procedimientos diferentes en cada uno de ellos. Esto significa que las empresas deben conocer y observar todas las normas que prevalecen en cada país lo que crea cargas administrativas y costos adicionales. Estas barreras afectan a toda la economía europea.
COLABORACIÓN CON LA CETM
La colaboración de la CETM con el Comité Económico y Social Europeo ha sido muy estrecha y fructífera, con la participación directa en tres importantes dictámenes para la actividad del transporte de mercancías, en concreto en la propuesta de Reglamento por el que se establecen las normas comunes relativas a las condiciones que han de cumplirse para ejercer la profesión de transportista por carretera, en la propuesta de Directiva relativa a la aplicación de gravámenes a los vehículos pesados de transporte de mercancías por la utilización de determinadas infraestructuras y en la Comunicación de la Comisión “La logística del transporte de mercancías en Europa: la clave para la movilidad sostenible”, cuyas contribuciones han sido muy positivas para establecer criterios dentro del Comité. Esta estrecha colaboración debe permanecer para afrontar los retos del sector.