
¿Cuáles han sido los motivos que le han llevado a presentarse al cargo para el que ha sido elegido al frente de GANVAM?
El principal, y el más evidente, es que llevo muchos años formando parte del sector y es lo que creo que debo hacer. Además, desde la Junta Directiva de GANVAM me animaron a formar parte de la misma hace unos meses, y dado que en ese mismo momento se abrió un proceso electoral, decidí presentarme y optar a la presidencia. A partir de aquí, solo me queda aportar mi conocimiento, si bien lo primordial es saber dónde estamos y cuál es el contexto en el que nos movemos de cara a definir lo que queremos que sea GANVAM en los próximos años. Pretendemos seguir siendo un referente como asociación y actuar como lobby ante la Administración.
Con todo, estamos definiendo, en conjunto con una consultora, la hoja de ruta a seguir, sin menoscabo de continuar ofreciendo todos los servicios que hemos venido dando en los últimos años desde la asociación.
¿Qué espera de estos cuatro años al frente de GANVAM?
En líneas general pretendo que, en común con otras asociaciones sectoriales, podamos poner puntos en común con la Administración y cambiar y modernizar nuestro sector, pues al fin y al cabo se trata de una industria muy potente que da mucho trabajo y supone mucho para la economía del país. No obstante, España es el primer fabricante europeo de vehículos industriales. Ahora bien, el sector necesita un interlocutor fuerte para que todos estos cambios lleguen a buen puerto, y GANVAM lo es.
¿Qué opinión le merece el Real Decreto Publicado sobre la reforma de las ITV?
Antes de nada, debo decir que desde GANVAM lo que siempre hemos pedido es la liberalización de las ITV y que las revisiones se puedan realizar en talleres independientes o de marca que cumplan la reglamentación existente en este ámbito. Dicho lo cual, lo único que se ha aprobado es que el usuario pueda ir a otro centro si la primera revisión no ha sido conforme.
Está claro que la entrada de nuevos operadores supondría dotar al sistema actual de precios más competitivos y de una mayor eficacia, en tanto que actualmente un 20% de los vehículos que circulan por las vías públicas eluden esta obligación.
Las nuevas fórmulas de movilidad (por ejemplo, la conducción compartida), parece ser que permitirá mejorar la calidad del mercado de ocasión. ¿Cuál es su valoración en este sentido?
La realidad nos dice que gracias a ello el mercado de ocasión crecerá de forma importante en los próximos años. Con este tipo de fórmulas, encaminadas a cubrir los trayectos de una forma más eficaz y racional, se va a producir una mayor rotación de vehículos de menor edad. Si además se volviese a aplicar el Plan PIVE, de manera que se facilitara el acceso a estos vehículos, conseguiríamos que la edad media tanto de turismos como de vehículos industriales ligeros se redujera enormemente. Además, también bajaría mucho la siniestralidad, ya que ahora el 65% de los vehículos implicados en accidentes tienen más de 10 años.
Relacionado precisamente con la seguridad, en los últimos años, con motivo de la crisis, un número de usuarios más alto de lo deseable se está decantando por la compra de neumáticos 'low cost'. ¿Qué le sugiere esta práctica?
Me parece algo muy grave, no siendo conscientes de lo que ello supone. Creo que el usuario no presta la atención necesaria al neumático. Deberíamos entre todos ayudar a concienciar a la gente a no arriesgarse a comprar neumáticos de bajo precio; se tienen que dar cuenta que es la única parte del vehículo que toca el suelo, con todo lo que ello implica.
La alta concentración de gases contaminantes en la atmósfera está derivando en un creciente número de restricciones a la circulación, sobre todo en las grandes ciudades. ¿Qué opina al respecto?
Pienso que toda decisión al respecto se debería hacer atendiendo al diálogo entre interlocutores como GANVAM sobre los pasos a seguir en este sentido, pero también con los representantes de los colectivos afectados.
Ocurre que los tiempos de los políticos no son los mismos que los del resto de la gente, ya que mientras aquellos muchas veces miden las acciones en votos, el resto de personas lo hacen en convivencia, uso y bienestar. Con ello quiero decir que hay que programar y planificar las acciones cuando son tan delicadas.
Todos somos conscientes de la alta contaminación existente en la actualidad, pero las soluciones a este problema, repito, se tienen que adoptar teniendo en cuenta a todos los actores que forman parte de todo este proceso.
Una solución pasa por fomentar la adquisición de vehículos híbridos o eléctricos, pero, a día de hoy, su precio es todavía alto y existen pocas subvenciones que ayuden a incrementar su compra ...
Más allá de las subvenciones o el precio, pienso que debería haber un cambio de cultura y de educación a la hora de hacer un uso adecuado de estos vehículos. El concepto entre, por ejemplo, un diésel o gasolina y uno eléctrico es muy diferente, con lo que hay que saber adecuarse a esta nueva posibilidad. Ello debería venir acompañado de una serie de facilidades para la utilizaciónde este tipo de vehículos, como poder aparcar gratis en determinadas zonas o circular por una serie de carriles; es decir, tiene que haber argumentos para que se dé este cambio.
Es una evidencia que el mercado ha despertado y, en consecuencia, las matriculaciones se están incrementando de forma importante. ¿Piensa que vamos por el buen camino?
Hay que tener clara una cosa en este sentido, y es saber de dónde venimos, ya que durante la crisis se perdió un 70% del mercado. Cierto es que se están recuperando las matriculaciones, pero es difícil llegar a los volúmenes de los mejores años.
Con todo, es bueno que se rejuvenezca el parque, por motivos de seguridad, emisiones, costes de mantenimiento, etc., pero por muchos motivos habría que volcarse en achatarrar los coches que van llegando a cierta edad, que si por mi fuera sería a los ocho años. ¿Qué cómo se hace? Pues con incentivos al achatarramiento, pero también con educación y teniendo en cuenta todo lo apuntado.
Revista Transporte Profesional