
Han pasado dos meses desde la llegada de Carmelo Gonzalez a la presidencia de Confederación Española de Transporte de Mercancías y en este tiempo he tenido ocasión de hablar con él en más de una ocasión. En la última, estuvimos los dos sentados frente a frente en una entrevista en la que pudimos hablar de todo: de su idea de sector, de sus problemas estructurales, de los cambios normativos que se avecinan -incluyendo los que afectan a la fiscalidad del transporte-, de las tan manidas digitalización y transición ecológica, de la inestabilidad política de nuestro país, de la falta de conductores o de la próxima renovación de la representación del Comité Nacional del Transporte por Carretera.
Se ha referido a esto último y a la posibilidad de que entren en el mismo, en caso de conseguir representatividad, aquellos que, en su momento, no hablaron bien del buen hacer precisamente de quienes formaban parte del propio órgano representante del transporte de mercancías por carretera ante la Administración, y que tanto ha dado y ha conseguido para nuestro sector en todos estos años.
Pero González, presidente del Comité -por lo menos hasta el próximo 31 de diciembre-, les ha tendido la mano y, como no podía ser de otra manera, ha dejado claro que en su seno todo el mundo tiene derecho a hablar, desde el respeto, y a dar su opinión sobre lo que considera mejor para el propio sector. Y es que, asegura, “todos buscamos el bien común, pues lo que nos une es mucho. Se trata de aportar y sumar”. Eso es hacer equipo. Mensaje para navegantes.
Al fin y al cabo son las personas las que han engrandecido, lo siguen haciendo y lo harán en el futuro a este “universo” llamado transporte. Empresarios, transportistas, los representantes políticos que a lo largo de la historia han pasado por el Ministerio de Fomento/Transportes e incluso los cargadores siempre han pretendido que uno de los grandes motores de nuestra economía funcionase de la mejor manera posible y “todos ganasen”. Cierto es que se ha pasado por muchas dificultades, por momentos de tensión con paros incluidos, pero al final siempre se ha encontrado un punto de entendimiento, aunque se haya tenido que “forzar la máquina”.
Y no, no me olvido de las asociaciones, tan importantes en todo este “entramado”, ya que sin ellas, sin el apoyo constante a sus socios y a todo lo que representa su profesión, ayudándoles en su quehacer diario y resolviendo siempre sus problemas sin importar su magnitud, seguramente todo lo que tenemos hoy no habría sido posible
Es algo que tiene muy claro Carmelo González, que no se ha cansado de repetir ya desde su discurso de ‘investidura’ como presidente de la Confederación que una de las claves de su mandato iba a ser focalizarse precisamente en los asociados, pues son quienes sostienen en este caso a la CETM y a todas las organizaciones nacionales y provinciales integradas en la patronal. Hace bien, pues en buena medida tiran del carro y sostienen sus cimientos.
Eso bien lo sabe Miguel Valverde, histórico secretario general de Conetrans durante 44 años, que fue homenajeado durante la última asamblea general de la asociación tras finalizar su vida laboral. Lo digo porque pocas personas se han entregado a su trabajo como lo ha hecho él durante estas más de cuatro décadas, y siempre, siempre, ha tenido presente que el asociado -perdónenme ser tan reiterativo- era el motor al que había que alimentar, de ahí que se haya pasado horas y horas al volante para recorrerse España y estar con todas las territoriales, apoyándolas con su conocimiento y saber estar en lo que necesitaran, aportando su experiencia y demostrando su compromiso con el transporte muchas veces de forma desinteresada. El sector tiene mucho que agradecerte, Miguel.



































