Ha sido una pieza fundamental en el asociacionismo de las mudanzas en Castilla y León y en España. Un huracán asociativo. Mariano Sánchez es un empresario que se ha hecho a sí mismo, que sabe del negocio no porque alguien se lo haya contado, sino porque ha empezado por el inicio, como trabajador, como autónomo y como empresario.
Durante los últimos 16 años ha estado al frente de la Asociación Castellanoleonesa de Empresarios de Mudanzas (ACLEM). Y en la última asamblea decidió dar un paso al lado y dejar la puerta abierta a los jóvenes, según asegura de forma satisfecha.
Paso a los jóvenes
Mariano Sánchez, de Mudanzas Peyma, ya no será el presidente de los mudanceros de Castilla y León. Ni tampoco seguirá en la Junta Directiva de Federación Española de Empresas de Mudanzas (FEDEM). Ahora le sustituirá un joven castellanoleonés con ímpetu y ganas de mejorar las cosas del sector, Salvador García, de Mudanzas Mediavilla.
"Viene gente joven apretando, gente con ganas e ilusión, a las que hay que dejar paso. Esto es lo que necesita el empresariado y el sector de las mudanzas en particular," afirma Mariano Sánchez.
Todo un revulsivo
Castilla y León ha sido siempre una Comunidad Autónoma que ha aportado vitalidad al asociacionismo mudancero. Con 17 asociados, de los cerca de 30 empresas del sector más los autónomos, Mariano Sánchez logró ser un revulsivo, una visión de realidad ante la situación crítica en la que lleva varios años el sector de las mudanzas.
Cambiar la mentalidad
A lo largo de su presidencia, a Sánchez siempre le ha preocupado, y le sigue preocupando, la mala fama que tiene el sector, quizá una parte de culpa la tenga la falta de mentalidad asociativa por parte de las empresas de mudanzas. Por ello, echa de menos que entren en las asociaciones más compañías: muchas empresas han pensado que si me alío me quitan el trabajo.
Sin embargo, alberga esperanzas de que la situación cambia, porque se ve que van cambiando las formas, la mentalidad en lo que influye, de forma positiva, la mayor comunicación que hay.
La formación como meta
Mariano Sánchez ha sido, a lo largo de sus años como presidente de ACLEM, un verdadero impulsor de la formación, que considera básica para el futuro del sector, ya que desde siempre ha buscado que ser mudancero sea sinónimo de una profesión digna, que los que trabajan en esas empresas se sientan orgullosos de que se les llame mudancero.
Pero también es consciente de que, en realidad, el sector de las mudanzas no es atractivo entre los más jóvenes, quizá también por esa falta de unidad de las empresas, porque hasta ahora no se ha hecho mucho por dignificar lo que somos y lo que queremos ser, aunque se han hecho cosas todavía falta mucho por hacer.
En su opinión, el objetivo final, y principal, debe de ser que el cliente se sienta satisfecho con el cliente, demostrar que lo barato siempre será más caro y mantener viva la idea de no conformarse con lo que ya se ha hecho, sino que hay que seguir trabajando para mejorar.
Llegado el momento de su adiós, o de un hasta luego, Mariano Sánchez se lamenta de la falta de unidad, de que se haya conseguido estar todos a una.
"Me gustaría que apostáramos por la idea de que lo que nos une es lo que nos da la fuerza y con eso estaríamos dignificando el sector. Hasta ahora nos pierde pensar que somos mejor que el de al lado. Tenemos que conseguir que esto sea una piña y que todos vayamos a una", agrega.
Revista Transporte Profesional