Advertisement
Sábado, 25 Enero 2025

    Entrevista con Juan Francisco Lazcano, presidente de la Asociación Española de la Carretera

    Juan Francisco Lazcano Juan Francisco Lazcano Opinión

    El último informe sobre "Necesidades de inversión en conservación" elaborado por la Asociación Española de la Carretera (AEC) señala que las carreteras españolas acumulan un déficit en mantenimiento que supera los 6.600 millones y si no se actúa de forma urgente, antes de 2020 será necesario reconstruir buena parte de la red. Tratamos con el presidente de la Asociación, Juan Francisco Lazcano, las repercusiones derivadas de esta falta de inversión, cómo atajar el problema y las consecuencias que puede tener no tomar medidas correctoras.

    Entre 2005 y 2015 la conservación de la red viaria ha pasado del aprobado "por los pelos" al deficiente. ¿Cómo hemos llegado a esta situación?

    Está claro que el motivo principal por el cual la nota de nuestra red viaria no pasa ni del aprobado es la disminución continuada, en los años señalados, de la inversión pública en materia de carreteras, y muy especialmente en conservación y mantenimiento. La forma de evitar que este escenario se perpetúe es arbitrar un sistema que permita asignar partidas de inversión estables cada año destinadas al mantenimiento viario. Esta inversión anual, tal y como coinciden diversos estudios al respecto y como la AEC viene repitiendo desde hace tiempo, debería ser el equivalente al 2% del valor patrimonial de la red.

    Señalización horizontal y balizamiento son los únicos apartados que superan su examen. ¿Cuál es la situación de los restantes apartados?

    Como concluye el informe, el tema más preocupante es, sin duda, el deterioro acelerado de los pavimentos tanto en la Red de Carreteras del Estado, donde empeoran un 4%, como en la Red Autonómica, con un 11,5% de pérdida de calidad. El pavimento acumula el 94% del total del déficit de las carreteras, lo que se traduce en unas necesidades de inversión en reposición y refuerzo de firmes cifradas en 6.217 millones de euros (1.917 millones para la Red del Estado y 4.300 para la autonómica). Asimismo, según los datos que hemos obtenido, hay que renovar 388.000 señales verticales de código en ambas redes. Tampoco hay que olvidar otro elemento fundamental del equipamiento viario, como es la iluminación. De las luminarias inspeccionadas, el 89% registra rangos inadecuados de iluminancia: el 11% lo incumple por exceso (afectando a la eficiencia energética) y el 78%, por defecto (repercutiendo en la seguridad del tráfico).

    ¿Qué actuaciones son prioritarias?

    La vía, el pavimento y su equipamiento constituyen un todo armónico. No obstante, dada la situación en que se encuentran los firmes y considerando la inversión que es preciso acometer para su rehabilitación, sin duda es el pavimento el que requiere de una atención prioritaria.

    ¿Cómo influye el estado de las carreteras en la siniestralidad?

    Una conservación adecuada es uno de los parámetros que caracterizan a las infraestructuras viarias que podríamos englobar dentro del concepto de "carretera clemente" o carretera que "perdona" los errores humanos. Me refiero a una vía cuyas particularidades técnicas y tecnológicas pueden contribuir a evitar un fallo humano o, caso de que éste finalmente se produzca, pueden ayudar a atenuar sus consecuencias. Es mucho lo que se puede hacer desde la Ingeniería para continuar mejorando la seguridad vial e impedir que el cambio de tendencia en la accidentalidad que los datos dejan entrever no llegue finalmente a consolidarse.

    ¿Qué coste tiene para el usuario circular por vías en mal estado?

    Hace poco, durante la celebración del 23º Vyodeal 1 que organiza nuestra Asociación, se dieron datos muy elocuentes. Po ejemplo, se citó a la National Center for Asphalt Technology de Estados Unidos, que ha determinado que "por cada 10% de mejora de la regularidad superficial de un pavimento, se genera un ahorro del 4,5% en el consumo de combustible". Explicado a la inversa, y según el Instituto Sueco de Investigación Viaria, "una carretera con una mala regularidad superficial puede llegar a incrementar el consumo de combustible hasta en un 12%", con respecto a una en buen estado" (Swedish Road and Traffic Research Institute). A esto se le puede sumar el desgaste de neumáticos o frenos, el aumento del tiempo de recorrido, etc.

    En el estudio se afirma que darle la vuelta a esta situación requiere una inversión de 6.617 millones de euros. ¿En qué plazo de tiempo habría que realizarla?

    La inversión que el estudio recomienda es una solución que habría de ser ejecutada en el momento presente. Si esperamos, estos 6.600 millones se convertirán en 8.000, 10.000 millones y así exponencialmente. Es evidente que no se trata de una cantidad que pueda invertirse en un solo año, pero sí debe ponerse en marcha un plan para superar el déficit acumulado y, a partir de ahí, realizar cada año las inversiones adecuadas. Todo ello con el fin último de mantener en estado óptimo un patrimonio que se ha construido con mucho esfuerzo y el dinero de todos. Un patrimonio que todos utilizamos o del que todos nos beneficiamos a diario.

    También se señala que, si se prolonga la falta de inversión en conservación, antes de 2020 podría ser necesario reconstruir buena parte de la red. ¿Qué supondría llegar a esta situación?

    La primera consecuencia que esta situación tendría es el "tirar por la borda" el ingente esfuerzo de toda índole (económico, tecnológico, social, humano...) que supuso la construcción de la red viaria española. El esfuerzo de tantas personas, de tantas instituciones y empresas... Un esfuerzo en el que yo tomé parte, como muchos otros. Sensación de fracaso... La segunda, tanto o más importante, la pérdida de competitividad de nuestra economía y, previsiblemente, la ralentización del crecimiento. Nos desviaríamos de esa senda de progreso que parecía que habíamos retomado. Habría también unos costes en términos de imagen de país, pensando en los millones de turistas que nos visitan cada año y que recorren nuestra geografía por carretera. Y consecuencias, por supuesto, para todos los usuarios, algunas ya apuntadas en respuestas anteriores. Por no mencionar los incrementos en los costes del transporte, costes medioambientales y el propio coste que la reconstrucción podría llegar a tener, probablemente imposible de abordar por nuestras maltrechas arcas públicas.

    Revista Transporte Profesional

    Número 363 - Junio 2016
    Este artículo completo ha sido publicado en la revista Transporte Profesional
     
     
    Número 363 - Junio 2016

    Valora este artículo
    (0 votos)
    Más en esta categoría:
    Redacción

    Equipo de redacción de TransporteProfesional.es

    Deja un comentario

    Asegúrese de introducir toda la información requerida, indicada por un asterisco (*). No se permite código HTML.

    Noticias + Leidas

    Separatas y Monográficos del Transporte

    © 2018 BGO Editores. Desarrollo Área Fotográfica - Juan Caraballo - Revista Transporte Profesional - 91 744 03 95