Como no quiere la cosa nos plantamos en septiembre y la sensación que existe a nivel general es que en estos ocho meses que llevamos de año los avances en materia de transporte de mercancías por carretera han sido poco más que inexistentes.
En este tiempo, y no será porque el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) no haya insistido en ello a través de los diferentes grupos de trabajo que se han conformado dedicados a la digitalización, falta de conductores, etc., solo nos hemos hecho eco de buenas palabras e intenciones por parte de la Administración, pero poco más.
Seguimos sin tener claro la aprobación de las 44 toneladas -llevamos con este tema demasiado tiempo-, y siempre que parece que va a haber ‘fumata blanca’, por unas cosas u otras continúan sin salir adelante. Y si bien la Dirección General de Tráfico (DGT) ya ha iniciado los trámites para modificar la norma que regula las masas y dimensiones en el transporte de mercancías, de hacerse realidad -se espera que a finales de año esté ya aprobada-, veremos en qué términos se hará efectiva. Y es que queda todavía mucho camino por recorrer en este sentido.
Otro tanto podríamos decir del resto de asuntos que están encima de la mesa. Me preocupa especialmente todo lo relativo a la subcontratación y la Ley de la Cadena de Transporte, un tema en el que es preciso ‘hilar muy fino’ y del que lamentablemente se están produciendo pocos progresos.
Tampoco en lo relativo a la falta de conductores -de profesionales en general a nivel sectorial- hay novedades importantes. El tiempo pasa (tic, tac…) y la situación se agrava, y en realidad no vemos que se esté haciendo mucho al respecto. Hace falta más implicación de las administraciones -dicho hasta la saciedad-, pero también a nivel asociativo y del resto de actores que conforman la cadena de transporte. El momento es ahora, no la semana que viene, y a pesar de ser conscientes de la dificultad que conlleva cambiar esta situación, no podemos rendirnos o más pronto que tarde no habrá vuelta de hoja. Estamos avisados.
Lo que hay que hacer es poner más énfasis en los verdaderos problemas. El Ministerio de Transportes tiene que ser consciente de que el momento es ahora, y debe prestar más atención a la carretera. Ojo, no dudo de que el equipo de profesionales que conforma la Dirección y la Secretaría General de Transporte no esté haciendo bien su trabajo, pero son ya muchas las veces que tenemos la sensación de que el ferrocarril es la prioridad de esta cartera.
No es que estemos en contra del tren, no me malinterpreten, pero como siempre han sostenido en la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) hay que buscar un consenso y compatibilizar ambos modos de manera que la productividad aumente y todos salgan ganando
Sea como fuere tenemos cuatro meses por delante, 122 días que dan para hacer muchas cosas y no para continuar en esa calma tensa de la que ha hablado en no pocas ocasiones el presidente del Comité Nacional y de CONETRANS, Carmelo González.
No ayuda en ningún caso la situación política en España, cada vez más compleja, con unos dirigentes políticos que deberían atender más los verdaderos problemas de la sociedad en general, si bien la sensación que tengo de parálisis por su parte es cada vez mayor y realmente empieza a preocuparme; lo de legislar es una palabra que a poco que nos descuidemos va a quedar en desuso.
En resumidas cuentas, queda mucho trabajo por hacer de aquí a final de año y no hay tiempo que perder, aunque todo sería mucho mejor si de verdad fuésemos conscientes de lo que tenemos por delante y trabajásemos de forma conjunta por la viabilidad del sector de transporte.
CETM siempre lo ha tenido claro y por eso ha tendido la mano a todos los actores que forman parte de un sector tan esencial como muchas veces incomprendido, pero que nunca ha dejado de estar ahí, al servicio de la sociedad.