De alguna forma, esta palabra subyace en el discurso pronunciado por Ovidio de la Roza, en su primera intervención como presidente, en la última Asamblea General de la CETM.
Pero es cierto, probablemente ahora más que nunca, que estamos necesitados de este "concepto".
Primero y extremadamente importante, es indispensable establecer "alianzas" con y entre nosotros mismos. Esto no significa otra cosa que estar unidos y poner en valor nuestro trabajo, frente a las posiciones de fuerza que esgrimen los cargadores y operadores de transporte; frente a los sindicatos, las diferentes administraciones, los lobbies de constructoras y de la industria, las decisiones equivocadas de la Unión Europea...que solo buscan incrementar aún más la fiscalidad de un sector depauperado por la crisis. Para lograrlo, es preciso ser fuertes internamente, mejorando cuadros directivos, rejuveneciendo sus órganos de gobierno, buscando métodos novedosos y efectivos de financiación, pues solo así se logra la independencia al tomar todo tipo de decisiones.
Hay que establecer "alianzas" con los políticos. Me explico: ante un panorama incierto, nuevo, imprevisible, de "alianzas" (¿ven como tiene sentido la palabra?) entre los partidos políticos que han surgido tras las elecciones locales y autonómicas, debemos convencer a los gobiernos autonómicos y a los principales Ayuntamientos (algunos también tienen competencias en transporte), de la verdadera importancia de nuestro sector. La actual legislatura está más que finiquitada y las elecciones nacionales se presentan como una incógnita.
Es el momento de influir en los representantes de los cuatro partidos con posibilidades, de demostrarles que el transporte en un sector estratégico y fundamental en la economía española, con el que se debe contar, tenerle como aliado, no como el enemigo público número uno que “contamina y entorpece las carreteras”, por lo cual debe ser molido a impuestos.
Demasiado sabemos que en los programas electorales la carretera prácticamente no aparece y que se incentiva a otros modos; falta voluntad política y para muestra un botón: a un día de la entrada en vigor del Plan de Desvío Voluntario a las autopistas de peaje (así lo llaman), la titular de Fomento, Ana Pastor, decide retrasarlo, alegando que debe ser aprobado en Consejo de Ministros. ¡A buenas horas!, señora ministra. Por cierto, en la última reunión que ha mantenido con el presidente del Comité Nacional de Transporte por Carretera, Pastor le ha sugerido que trate también de presionar ante otros departamentos de la Administración, como Economía, Hacienda…; al parecer, nuestro ministerio tutelar no tiene el empuje suficiente como para que se atiendan las demandas del Sector.
Urge, entonces, transformarse en un auténtico lobby, en un verdadero grupo de presión fuerte y respetado por todas las instancias, incluida la Unión Europea, para lo que si es necesario deberemos también aliarnos con organizaciones “hermanas” de otros países.
Y debemos conseguir, además, que la opinión pública, la sociedad, deje de mirarnos con recelo, que nos contemple como un “aliado” absolutamente imprescindible que le facilita la vida, en todos los aspectos. No es ésta tarea sencilla, hará falta tiempo, mejorar la comunicación, transmitir nuestros valores, nuestra profesionalidad y saber hacer.
En esta etapa de atonía legislativa, cabe prepararnos para acometer tareas que a la postre se revelarán como absolutamente necesarias, además de importantes.
Mientras, queridos lectores, les deseo un feliz y merecido descanso, pues se lo han ganado con creces. Nuestro próximo número verá la luz en septiembre, pero nuestra página web no descansa.
Revista Transporte Profesional