
Nunca en la historia reciente de nuestro sector se habían producido dos paros de transporte en un mismo año, y nunca en la historia reciente de nuestro sector se han llevado a cabo sin el apoyo de las asociaciones integradas en el Comité Nacional del Transporte por Carretera, con la CETM a la cabeza.
Y aunque lo que sucedió entre los días 14 y 15 de noviembre pasados no se puede catalogar como tal -se trató sin duda del paro indefinido más corto jamás visto-, una cosa quedó muy clara: en pocas ocasiones hemos tenido un sector tan fuerte y cohesionado como ahora, dando muestra de que, si trabaja unido y de forma conjunta con la Administración, tal y como se lleva haciendo desde hace meses, se puede llegar a buen puerto. Ahí están los acuerdos firmados en todo este tiempo, que son la base para que el transporte de mercancías por carretera funcione correctamente, se desechen prácticas ‘nocivas’ y nadie trabaje a pérdidas.
Pero parece que a algunos nada de lo conseguido les importa. Han querido seguir presionando escudándose en que siguen trabajando por debajo de costes y que en muchas ocasiones el conductor sigue haciendo la carga y la descarga ante la presión de sus clientes, los cargadores.
No dudo que en determinados casos esto sea así. Son tiempos difíciles para todos, ‘no solo para unos pocos’, y ser rentables y no trabajar a pérdidas resulta complicado, pero el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) ha puesto en marcha una serie de herramientas para evitar que así sea. Ahora más que nunca hay que aplicarlas, pero todo lleva su tiempo. Ahí está la Ley de la Cadena de Transporte, y si bien es mejorable, pues la limitación de la subcontratación está en entredicho, es de esperar, tal y como ha anunciado el propio ministerio, que en breve el proyecto de Ley para limitarla sea una realidad, en tanto que está poniendo especial énfasis en ello junto con el Comité Nacional.
No se puede andar jugando con los paros como un fin en sí mismo
Y por lo que respecta a la carga y la descarga, no es la primera vez que explico que existe un buzón anónimo habilitado por Transportes para denunciar estas prácticas abusivas en caso de darse. Hay que perder el miedo a hacerlo, porque de lo contrario de nada habrá servido el arduo trabajo realizado por el sector para dignificar esta profesión.
Porque lo que se ha conseguido ha sido para todos (autónomos, pymes, grandes flotistas, etc.) y así lo deben entender los convocantes del paro, que no pueden pretender paralizar un país porque sí, cuando se ha hecho un gran esfuerzo para que incluso quienes lo apoyaban también tengan unas condiciones dignas en el ejercicio de su actividad.
No, no era el momento, y así lo entendió la práctica totalidad del sector: Comité Nacional al completo, resto de organizaciones nacionales y provinciales, cargadores, patronales como la CEOE y CEPYME, y por supuesto el Ministerio de Transportes. Pero es que muchos de los que se sumaron al paro de hace unos meses no lo hicieron en esta oportunidad, aduciendo que no se debía parar justo ahora, sobre todo por la creciente demanda de transporte existente en las últimas semanas del año, con el ‘Black Friday’ y la campaña de Navidad a la vuelta de la esquina.
Vamos, que era un auténtico sinsentido, tal y como aseguró nuestro presidente, Ovidio de la Roza, que dejó claro que no existía ni un solo argumento que lo apoyase o lo sustentase. “No se puede andar jugando con los paros como un fin en sí mismo” aseveró con contundencia.
En esta ocasión fueron ‘todos a una’, de ahí que el propio De la Roza agradeciese en nombre de la CETM todo el apoyo recibido por las asociaciones miembro en los momentos previos a una convocatoria que no fue más allá de las 36 horas. Es lo que tiene no contar con razones de peso.