
La adquisición de estas locomotoras supone un hito en la historia de Renfe Mercancías y un punto de partida hacia mejores niveles de fiabilidad, capacidad de tracción y eficiencia productiva que permitirán dar un salto de calidad en los servicios logísticos que Renfe ofrece a sus clientes en un mercado ya liberalizado.
Las nuevas máquinas podrán traccionar un 30% más de toneladas; un 15% en disponibilidad, hasta alcanzar un 95%; y un 50% en reducción de costes de mantenimiento. Además las nuevas locomotoras podrán alcanzar una velocidad máxima de 140 km/h, frente a los 80 km/h y 100 km/h de las máquinas eléctricas a las que reemplazarán.
Las locomotoras presentan también importantes ventajas medioambientales, ya que cuentan con un freno regenerativo, que permite devolver energía eléctrica a la red para que otra locomotora pueda utilizarla. Esta característica permite un ahorro energético en torno al 10%, sin contar otros factores como el menor esfuerzo tractor en el arranque.
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