El objetivo de Fomento es "satisfacer las necesidades de transporte de la forma más eficiente y sostenible, y con los recursos adecuados".
La racionalización del servicio ferroviario estará formada por tres partes: la revisión de los servicios de transporte en tren que se prestan, la de los trenes que se utilizan y la de la red de líneas de tren.
Fomento someterá a un "análisis de viabilidad" a todas las líneas de ferrocarril convencional (las que no son de Alta Velocidad) que tengan poco tráfico y no estén vinculadas a la prestación de servicios públicos.
Se tendrá en cuenta el grado de accesibilidad al territorio que proporcionen en relación a otros modos de transporte como el autobús, y se sopesará la potencialidad que ofrezcan para el transporte de mercancías.
Según Fomento, en la actualidad, la red ferroviaria presenta un nivel de aprovechamiento medio o bajo. Por ello, es necesario "identificar a las infraestructuras que permitan reestructurar y mantener una red pública viable, pasando a cerrar las líneas deficitarias que no estén vinculadas a obligaciones de servicio público".
<p>
</p>