En consecuencia, la compañía española transportó durante este tiempo un 40% más de mercancías –un 41,50% más en salidas y un 51,60% más en llegadas- que en el mismo periodo de tiempo del año 2009.
Para poder dar la cobertura precisa al incremento de las operaciones de transporte, Iberia fletó varios aviones cargueros y triplicó el número de camiones de distribución de carga de cuatro a doce, que sustituían a las naves afectadas.
Por otro lado, el aeropuerto de Barcelona también vio como el volumen de mercancías transportadas aumentó hasta el punto de llegar a las 1.000 toneladas como fruto de absorber el transporte de los distintos cargueros que no podían aterrizar en los aeropuertos europeos afectados y que atendió Iberia.
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