El muelle de Mizuho cuenta con un aerogenerador de 78 metros de altura con unas palas de 80 metros de envergadura. Esas características le permiten generar unos 2,2 gigavatios de electricidad al año, que se emplea para generar hidrógeno.
En las instalaciones también se encuentran unas construcciones similares a unos enormes hangares de almacenamiento de color blanco. En una de ellas hay unos objetos rectangulares apilados en orden, de aspecto similar a unas baterías. De hecho, el propósito de estas instalaciones es almacenar la electricidad sobrante.
Junto este sistema de baterías de almacenamiento hay otra instalación, el sistema de electrólisis de agua, que produce el hidrógeno a partir de agua. En el interior de la unidad de almacenamiento aparece un objeto blanco, en forma de caja. Se trata del electrolizador, que extrae el hidrógeno del agua. El hidrógeno pasa por los conductos plateados que salen de la parte superior del electrolizador, flotando desde abajo gracias a su ligereza.
Un gran cilindro cerca del centro de la planta, de más de 10 metros de altura, constituye el espacio de almacenamiento del hidrógeno generado, que se utilizará como combustible para carretillas elevadoras de pila de combustible. Tiene capacidad para almacenar el hidrógeno necesario para impulsar 12 carretillas elevadoras durante dos días.
La compresión del hidrógeno, último paso necesario antes de su transporte, se lleva a cabo en una máquina compacta de unos dos metros de altura.
La electricidad procedente de energía eólica del parque de Hama Wing se emplea para extraer hidrógeno del agua. El hidrógeno se almacena, se transporta y se utiliza, y todo ello contribuye a la consecución de un modelo de cadena de suministro bajo en carbon.