Se ha producido una descompensación en cuanto a los flujos de importación y exportación. En el mercado europeo se siguen produciendo ventas, pese al descenso de los últimos meses como consecuencia del final de las ayudas públicas directas a la compra de automóviles.
Derivado de la diversificación de actividades que han llevado a cabo los operadores logísticos en los últimos años para dar el servicio demandado por sus clientes, otros integrantes de la cadena, como almacenes, reparación y reacondicionamiento del vehículo de ocasión se están viendo afectados de forma negativa.
De cara al segundo semestre, los operadores advierten de la gran incertidumbre que se aviene sobre el sector, ya que finaliza el Plan 2000E y, a partir del mes de julio, sube en dos puntos el IVA, a lo que hay que sumar la negativa evolución de los principales indicadores económicos.
Según los integrantes de la asociación, en las últimas negociaciones de grandes contratos que se han llevado a cabo con los fabricantes e importadores de automóviles, los transportistas se han visto forzados a cerrar contratos a la baja y con tarifas planas para los próximos dos o tres años. Además, muchos de los grandes fabricantes han incluido cláusulas de penalización que empeoran la cuenta de explotación de los transportistas, lo que provoca una rentabilidad negativa.
Añadido a todo esto, los precios actuales del combustible, con subidas continuas que están llegando a 1,10 euros por litro, complica la situación financiera de las empresas, pese a la cláusula de revisión que figura en la mayoría de los contratos y que no reflejan al 100% las variaciones en tiempo real.
Como problema adicional, se está observando una fuerte deslocalización de grandes flotas de portavehículos de países del Báltico hacia la Península Ibérica. Estas flotas, creadas hace años para el mercado de Europa Oriental (incluido el mercado ruso), están operando hacia y desde España debido al bajo nivel de trabajo que hay en aquellos países. En cuanto estos mercados se recuperen (ya hay previsión del inicio de las ayudas gubernamentales en Rusia), se prevé que estos camiones regresen a su mercado autóctono. El impacto de todo esto en el mercado español es muy alto, debido al bajísimo nivel salarial y a las condiciones de nomadismo de los conductores.