Y es que tal y como destacó su presidente, Daniel Tarragona, “ya el año pasado estábamos sumidos en los efectos de la crisis económica, la cual ha provocado visiblemente una falta de confianza de los consumidores a la compra, en nuestro caso, de vehículos, provocando una reducción de matriculaciones y producción de automóviles, con la consiguiente bajada de servicios de nosotros los proveedores a los fabricantes y clientes. Todo ello se ha recrudecido en el último año, generando dificultades, ajustes e imaginación para nuestra supervivencia”.
Consecuencia de todo ello es que en la actualidad “el mercado español es inexistente; la verdadera dimensión del mercado ya se está demostrando a todos los que formamos parte de la cadena de valor del Sector de la Automoción. Tenemos conocimiento de todos los datos acumulados entre enero y mayo, y todos los canales muestran índices negativos. En vehículos comerciales e industriales, la caída es del 24%; y en turismos, del 7,3%. A este ritmo, los fabricantes han revisado sus previsiones anuales a la baja y han anunciado que el mercado no matriculará más de 750.000 unidades”, continuó Daniel Tarragona.
Por si ello fuera poco, “Los obstáculos económicos para poder renovar la flota (nos está ocurriendo a nosotros), la falta de confianza en invertir en estos bienes de consumo duraderos, la falta de actividad industrial o la casi imposible accesibilidad al crédito al considerarnos como un sector de riesgo, provoca el retraimiento de la demanda y el envejecimiento del parque automovilístico”, prosiguió el presidente de CETM Portavehículos.
Pese a todo, Daniel Tarragona se congratuló por “las decisiones tomadas recientemente por las matrices de NISSAN, IVECO y PSA, de adjudicar nuevos modelos y de reinvertir las inversiones, consolidan aún más a España como emplazamiento industrial estratégico para las marcas, pero necesitan de un nuevo plan de impulso y estímulo directo a la compra de vehículos, que garantice crecimientos en empleo, en producción, en ventas, en distribución; en definitiva, en progreso y riqueza para toda la cadena de valor. Además, con su reactivación el Gobierno minimizaría su coste con un incremento de ingresos indirectos vía impuesto de matriculación e IVA”.
A continuación tomó la palabra Marcos Montero, presidente de la CETM, que desgranó uno a uno los asuntos que más preocupan al sector en la actualidad, comenzando su intervención destacando la situación que atraviesa el sector, “con un continuo empobrecimiento de las empresas, en tanto que no tienen capacidad financiera para invertir”.
En relación anteproyecto de Ley que modifica la normativa comunitaria sobre la lucha contra el fraude fiscal, Marcos Montero dejó clara su postura en el sentido de que la desaparición del sistema de módulos no debería producirse antes del 1 de enero de 2015. “Habrá un antes y un después para los autónomos”, dijo.
También se refirió a la modificación de la LOTT, en el sentido de que su reforma trae cosas positivas y negativas, y si bien alabó, por ejemplo, que la reducción de las sanciones pasen del 25% al 30% por pronto pago, dijo no entender que no se llegue al 50% tal y como recoge la Ley de Seguridad Vial. También se quejó por el hecho de que se siga sin tener en cuenta una reivindicación histórica del sector, como es la responsabilidad objetiva del conductor.
Con todo, Marcos Montero dejó claro que el mercado está roto y que existe un gran desequilibrio en los tráficos, esperando en cualquier caso que la situación se revierta lo más pronto posible.