
Dentro del VI Congreso Nacional de Empresarios de Transporte en Cisternas, la asociación CETM Cisternas organizó una mesa redonda para conocer la opinión de los integrantes de la cadena de suministro en cuanto a la posibilidad de aumentar la masa máxima autorizada de sus vehículos a 44 toneladas.
Para ello, contó con la participación de Julio Viartola, director general de Asfares, Jesús Soriano, director de logística y transporte de Feique (la patronal que aglutina a la industria química), Francisco Corell, consejero delegado de ESK y Carmelo González, consejero delegado de Vía Augusta.
El director general de Asfares, Julio Viartola, ofreció el punto de vista técnico, y se refirió al modelo francés, que ha solucionado la cuestión ampliando el límite homologado al límite técnico (hasta ahora, Francia homologaba siempre por debajo de lo que técnicamente es posible, al pasar, por ejemplo, de 7,5 toneladas de peso máximo en el eje motriz a 9). Por tanto, sólo ha sido necesaria una modificación en la norma para hacerlo real. "De este modo, Francia no ha necesitado cambiar el parque actual. Si se opta por algo, lo logíco sería optar por el modelo francés".
El representante de la industria química, Jesús Soriano, recordó que ampliar la masa máxima a 44 toneladas es "una solicitud que Feique ha hecho a las autoridades públicas en los últimos años de forma prioritaria. Creemos que el paso a las 44 toneladas supone para el transporte español más repercusiones negativas en términos de empleo, por lo que se podrían perder 4.500 empleos de conductores. Esa es la única razón por la que, en nuestra opinión, aún no se ha aprobado en España".
El argumento de Francisco Corell, consejero delegado de ESK, comenzó con una pregunta: "¿por qué el beneficio de esas 44 toneladas tiene que ser para el cargador? Nosotros creemos que tiene que ser para el transportista. Hay empresas que cobran por viaje: en ese caso, con las 44 toneladas gana el cargador". Corell recordó que el debate de ampliar la masa máxima autorizada dura ya 10 años, "lo que impide hacer renovación de flota de cisternas, porque optar por una u otra implica muchos cambios".
Por su parte, Carmelo González, consejero delegado de la firma Vía Augusta, reconoce que, sobre este asunto, "técnicamente, el mundo de la cisterna no será un problema (salvo pequeñas modificaciones). Si hay que cambiar algo, sigamos el modelo francés. La clave está en el precio: se ha calculado una mejora de la rentabilidad del 10%. Mi pregunta es ¿eso va a repercutir en el transporte, se va a beneficiar algo de esa mejora? Los transportistas también pertenecemos a la industria, somos intensivos en inversión. Si se llega a un pacto escrito por una serie de años, estaría a favor. En caso contrario, no".