
Por su parte, los objetivos de mayor sostenibilidad y mayores beneficios para los usuarios exigen el refuerzo sustancial de las medidas actuales. Todos los objetivos siguen siendo igual de importantes, ya que son complementarios entre sí. La evaluación fue publicada por la Comisión Europea el 26 de mayo en el documento de trabajo de los servicios de la Comisión sobre la evaluación del Reglamento (UE) 1315/2013 sobre las orientaciones de la Unión para el desarrollo de una Red Transeuropea de Transporte.
Con el nuevo Reglamento de la red de carreteras TEN-T de 2013, se produjo un cambio de enfoque, pasando de un planteamiento basado en gran medida en proyectos prioritarios a un enfoque de red completa. Según la evaluación, el cambio se produjo sin problemas y no interrumpió el desarrollo continuo de las infraestructuras de transporte. Los proyectos clave (especialmente los antiguos proyectos prioritarios, a menudo en lugares geográficos clave) siguieron siendo elementos vitales de una red europea global.
El fuerte enfoque adicional en el aspecto funcional de la red, a través de una amplia gama de normas y requisitos comunes, reforzó el vínculo entre la infraestructura y los objetivos de la política de transporte, así como la calidad del servicio. Todo ello sugiere que la política de la Unión Europea en materia de TEN-T para 2013-2020 ha conseguido apoyar el desarrollo de las infraestructuras necesarias para que la Unión Europea cumpla sus objetivos más amplios en materia de política de transportes.
Otros retos en materia de transporte
Sin embargo, los retos que plantea la organización del sistema de transporte europeo, incluida la presión para alcanzar ambiciosos objetivos climáticos, acelerar la digitalización del transporte y satisfacer las cambiantes expectativas de los usuarios, plantearán una demanda cada vez mayor a la política de la TEN-T hacia 2030/2050.
El análisis cree que centrarse sólo en una recalibración de determinadas normas o requisitos no sería suficiente para alcanzar los objetivos generales de ecologización, digitalización y cambio modal. En su lugar, es necesario un enfoque de red integrado centrado en la interoperabilidad y el aumento de la eficiencia, al tiempo que se abordan todas las deficiencias. Esto ayudaría a cumplir los objetivos e hitos establecidos en el Acuerdo Verde Europeo y en la Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente, señalan en el informe.
La evaluación también pone de manifiesto la necesidad de realizar una evaluación exhaustiva de los avances de ejecución de los proyectos, en particular los situados en la red principal, que deberían estar terminados para 2030. Esta evaluación permitiría identificar posibles medidas para garantizar la finalización de la red en el plazo previsto y de acuerdo con las normas de la Unión Europea.
Esta evaluación se llevó a cabo casi a mitad de camino entre la entrada en vigor del Reglamento de la TEN-T en 2013 y el primer hito clave de la política de la TEN-T: la finalización de la red básica en 2030.
Se evaluó hasta qué punto los esfuerzos de aplicación han conducido a los resultados y beneficios esperados, y si la aplicación va por buen camino para cumplir los hitos de 2030 y 2050. También se examinó si los objetivos y las normas y requisitos conexos siguen siendo pertinentes y coherentes a la vista de las ambiciones medioambientales de la Unión Europea.