
El Comité Europeo define el "dumping social" como "aquellas prácticas que prentenden, mediante sociedades ficticias, eludir las normas de acceso al mercado o que son contrarias a la normativa con el objetivo de obtener ventajas competitivas".
Este organismo pone de relieve que, en el caso de los transportistas de Europa occidental, el coste del trabajo constituye la parte más importante de sus costes de explotación. Por el contrario, en el caso de empresas radicadas en Europa Central y en los países del Este, el mayor coste medio es el combustible.
Esta diferencia de estructura de costes es aprovechada por transportistas de la Europa occidental para hacer uso de mano de obra con bajos salarios, mediante el desarrollo de regímenes de empleo complejos y ambiguos, aprovechando el carácter transfronterizo y la gran movilidad del transporte, y recurriendo a sociedades ficticias radicadas en Estados miembros con bajos niveles de protección y normas laborales y sociales diferentes.
Además, el Comité Europeo constata la dificultad de cumplir y controlar el transporte nacional realizado por transportistas extranjeros (cabotaje) porque "las normas de acceso al mercado no hacen sencillo el cumplimiento, lo que ha provocado un bajo índice de controles, tanto en carretera como en las instalaciones de las empresas".
Por eso, el Comité Europeo considera que existe una necesidad "urgente" de actuar en el ámbito de la Unión Europea, dando prioridad a la plena cooperación entre las inspecciones laborales y las autoridades de vigilancia del transporte por carretera en los Estados miembro, para mejorar el cumplimiento transfronterizo y combatir el fraude en materia laboral.
Bienvenidos a combatir la competencia desleal, ya que hace tiempo expuse mi opinión con este tema y la mejor solución pasa por el control del descanso de fin de semana (tacógrafo), en él se recogen los derechos del trabajador y el tiempo que permanece el conductor en un país (cabotaje).