
El análisis de las cuentas agregadas del transporte de mercancías por carretera muestra márgenes muy ajustados (en el entorno del 2%), lo que aumenta el impacto de las tensiones sufridas por este eslabón clave de la cadena de suministro.
Aunque se trata de un sector esencial para la economía española que pudo seguir operando en los confinamientos provocados por la pandemia de la Covid-19, sus márgenes y niveles de actividad se han visto afectados en los canales de distribución, los stocks de suministro, los vaivenes de precios finales de los carburantes y la dificultad para trasladar a sus precios las variaciones que sufren sus costes directos.
Los tres últimos ejercicios muestran una caída significativa de las ratios de solvencia, liquidez y tesorería respecto a sus valores a largo plazo, lo que indica un deterioro de la capacidad de estas empresas para atender sus compromisos de pago. Las empresas de detección de riesgos han comprobado que el transporte ha incrementado de forma importante su ratio de endeudamiento.
Radiografía del transporte de mercancías por carretera
Según los datos que ofrece Insight View, las empresas de transporte de mercancías por carretera se concentran en Madrid (14%) y Barcelona (10%). Les siguen Valencia (6%), Murcia (5%), Málaga (3%) y Alicante (3%).
El tejido empresarial del transporte muestra una gran atomización, ya que sólo el 5% está formado por pequeñas empresas. Por su parte, el 28% está formado por pequeñas empresas y la dimensión del 67% es de microempresa.
El análisis de la antigüedad empresarial refleja que existe una alta rotación en el transporte: el 53% de las empresas de transporte de mercancías por carretera ha sido fundada en la última década, lo que representa un porcentaje elevado en comparación con otras actividades productivas.