
Según los datos de sinietralidad que maneja la Dirección General de Tráfico, la distracción es la primera causa de muerte en carretera, por delante del alcohol y la velocidad. Por eso, se prevé que la reforma del carné por puntos incluirá mayores sanciones por el uso del teléfono móvil al volante, ya que se trata de una de las infracciones más comunes y que más se sanciona.
Al mismo tiempo, se quiere reducir la sanción a las faltas menos frecuentes y no directamente relacionadas con la siniestralidad en carretera. Además, la Dirección General de Tráfico pretende hacer más atractivos los cursos de recuperación, para que el alumno pase de sumar seis puntos (como hasta ahora sucedía) a ocho.
Tras 12 años de existencia, la DGT ha decidido que toca renovar el carné por puntos "para que no pierda efectividad". En la actualidad, hablar o hacer uso manual del telefóno móvil supone al conductor la retirada de tres puntos de su permiso de conducir, mientras que el alcohol o el exceso de velocidad puede llegar a suponer la pérdida de seis, en función de por cuánto se supere el límite máximo autorizado.