
Mientras que la tendencia global del volumen de emisiones contaminantes a la atmósfera es positiva, ya que se ha reducido en un 2,3% respecto a 2017, para el transporte no lo es tanto. "Esto indica que todavía queda mucho trabajo por hacer y que una de las prioridades estratégicas de empresas de transporte internacional se dirigen hacia la sostenibilidad", ha explicado el director general de DB Schenker en España y Portugal, Juan Carlos Moro.
Empresas de transporte, como DB Schenker, son conscientes de la importancia de reducir la huella de carbono de las actividades relacionadas con el transporte de mercancías y el almacenamiento. Desde hace años, la multinacional alemana invierte en iniciativas que garanticen este aspecto, con una marcada transición hacia la electromovilidad, con vehículos como el T-POD, primer camión eléctrico autónomo del mundo, la consolidación de cargas y otras medidas de igual relevancia. "Sólo en el último año, hemos reducido las emisiones de gases de efecto invernadero en un 25,8% en transporte terrestre, un 9,3% en transporte aéreo y un 61,2% en transporte marítimo respecto a 2006" asegura Juan Carlos Moro.
Ambiciosos objetivos para 2020 y 2030
Según sus palabras, "estamos orgullosos de poder decir que, en 2020, cumpliremos el objetivo medioambiental que nos marcamos hace ya 13 años, logrando reducir en un 30% nuestras emisiones de CO2. En línea con el propósito a largo plazo, vamos a disminuirlas en un 30% para 2030, siendo una de las pocas empresas del sector que no cuenta en negativo en los cálculos que publica en Instituto Nacional de Estadística".
Para el responsable en España y Portugal de la compañía, "nuestro objetivo continuará siendo trabajar en este plano, ya que creemos firmemente que existen soluciones ecológicas para todos los medios de transporte y que una logística cada vez más verde es posible".