
Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y las policías autonómicas y locales que se sumen a la campaña, realizarán controles a furgonetas y camiones con el objetivo de vigilar la velocidad a la que circulan, las horas de conducción y descanso, el tacógrafo, el exceso de peso, los posibles defectos técnicos del vehículo o la seguridad de la carga transportada. Además comprobarán que la documentación del vehículo y del conductor es la correcta, que la conducción no se realiza bajo los efectos de drogas o alcohol o que todos los ocupantes del vehículo hacen uso del cinturón de seguridad.
También inspeccionarán los camiones de reciente adquisición que pudieran estar sufriendo manipulaciones en sus motores (Adblue) para anular la acción tecnológica reductora de gases de combustión. Para su adecuada utilización y detección de los niveles en cantidad suficiente, las autoridades optaron por la instalación de un sensor en el vehículo, que se encarga de avisar al conductor del descenso del nivel Adblue, deteniendo o reduciendo la marcha del motor cuando este nivel se halle en unos mínimos. A raíz de la colocación de estos aparatos, han surgidos unos dispositivos denominados "emuladores Adblue", que se encargan de anular el sensor e impide que el motor se pare cuando desciende el nivel. Como consecuencia de ello se está liberando a la atmósfera cantidades de Nox por encima de los límites permitidos. Durante esta campaña, se comprobará también el uso los "emuladores adblue" en estos vehículos.
La DGT realiza las inspecciones técnicas en carretera a vehículos industriales con cinco unidades móviles de ITV que se desplazan por todo el territorio nacional.