
La DGT pretendía endurecer las penas relacionadas con el uso del móvil al volante y otras conductas imprudentes, que acarrearían una pérdida mayor de puntos, durente el primer semestre del 2019. Sin embargo, este texto debía ser aprobado por las Cortes, que se disolverán el 5 de marzo.
Otras imprudencias cuya penalización pensaba endurecerse, y que ahora tendrán que esperar, eran no llevar puesto el cinturón de seguridad, el sistema de retención infantil y el casco.
También se contemplaba la obligación de sacarse un carnet específico y regular los patinetes y otros vehículos de movilidad personal.