
Baleares compra cada vez más productos procedentes de la Península Ibérica y vende más a escala internacional. Un análisis de Grupo Rhenus, uno de los principales proveedores de servicios logísticos, también especializado en Baleares, evidencia que el crecimiento de la economía balear sitúa en máximos históricos sus volúmenes de mercancías, tanto en los tráficos con España como en los flujos comerciales con el resto del mundo.
En el transporte con la Península, las importaciones representan hasta el 90% de la actividad comercial, confirmando la relevancia de esta conexión para garantizar la cadena de suministro en las islas. La balanza se equilibra más en los movimientos internacionales, con un 53% de exportaciones y, por sexto año consecutivo, con saldo comercial positivo, evidenciando el cambio de tendencia de los flujos globales de Baleares, que desde 2017 vende más que compra en el mercado exterior.
El estudio de Grupo Rhenus, accesible desde su página web, aborda la contribución de la logística ante la dependencia de estos tráficos en un territorio que plantea, además, unos desafíos muy singulares, como explica Andreu Gutiérrez, director de Ventas en Carretera de Rhenus Logistics en España: “Atender la logística en un archipiélago es un factor que añade complejidad a toda la operativa, pero en el caso de Baleares se suma el reto de atender a los más de 16 millones de turistas que visitan cada año las islas”.
El aumento de la población influye en la logística y el transporte
El rápido aumento de la demanda se concentra en los meses de verano, en los que Baleares duplica su población hasta superar los dos millones de personas, por lo que la cadena de suministro se pone a prueba para satisfacer las necesidades de residentes y turistas. “La capacidad de prever y gestionar de forma adecuada este incremento, coordinando los flujos de mercancías, es un reto logístico clave al que se enfrenta siempre esta región”, señala el análisis elaborado por Rhenus.
Asimismo, la diversificación de las exportaciones baleares, tanto por tipo de producto como de mercados, muestra la competitividad que está aportando la logística para que la economía balear haya podido triplicar sus ventas al exterior en la última década. Un proceso de internacionalización que se materializa en nuevas oportunidades comerciales para los empresarios baleares, que comercian cada vez más con destinos como Estados Unidos o China.