
Su director general, José María Bonmatí, fue el encargado de las presentaciones ante un nutrido público de cargadores y empresarios de transporte. La reforma de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres, LOTT, y el debate sobre el incremento de los pesos y dimensiones centraron la intervención de Ovidio de la Roza, quien destacó que “no ha sido posible llegar a un acuerdo general de mínimos con los cargadores, en temas como la acción directa, los periodos de pago, la cláusula de revisión de los precios en función del coste de los combustibles…existiendo una rotunda oposición para eliminar el pacto en contrario”.
De la Roza lamentó que los cargadores hayan centrado su trabajo en el incremento de la capacidad de carga de los vehículos industriales.
“La posición prácticamente unánime del CNTC –insistió- es que, de producirse un aumento de peso máximo deberá realizarse en el seno de la UE, con carácter armonizador, que evite desigualdades en la competencia y la ruptura del mercado. La estrategia de los cargadores –fundamentalmente la de AECOC- es precisamente lo contrario de lo que entendemos las empresas de transporte”.
En opinión del presidente del CNTC, un incremento de los pesos y dimensiones hasta las 44 Tm, supondría aumentar de forma inmediata la oferta de transporte en 523.860 toneladas en el territorio nacional:
“precisamente en un momento de caída continuada de la oferta; aumentan también los costes de explotación, se produce una ruptura del mercado y se agudiza el incremento de desigualdades entre empresas de transporte” (en referencia a las medidas tomadas por la Generalitat de Cataluña). Ovidio de la Roza dijo estar convencido de que “los transportistas no obtendremos mejora en los precios, porque aumentaría más la fuerte competencia que ya tenemos”.
Los argumentos que preconizan la sostenibilidad y el aumento de la productividad del sector, por parte de los cargadores, no son válidos, a juicio de De la Roza, quien considera que el aumento de la productividad estaría ligado a la eliminación de las restricciones al tráfico y al establecimiento de corredores.
Ovidio de la Roza recordó que se han llegado a acuerdos anteriormente y que se pretende continúen las negociaciones en todos los aspectos, “ya que de seguir esta situación de dominio traerá funestas consecuencias a muy corto plazo, no sólo para las empresas de transporte sino para la competitividad de la economía española”. Una vez que pase la actual situación, podremos encontrarnos con una escasez de medios e incluso una falta de servicios que puedan atender al futuro incremento de la demanda”.
POR LA MULTIMODALIDAD Y LA LOGÍSTICA
La ministra de Fomento, Ana Pastor, señaló que la actividad logística tiene cada día más peso en la cadena de valor del transporte y que la mejora de la competitividad pasa por reducir los costes logísticos. En este punto mencionó la recientemente creada Unidad Logística, “cuya misión es favorecer la coordinación de todas las actividades que se realizan en este ámbito”.
“La logística –afirmó- necesita apoyarse en un sistema de transporte de mercancías eficiente y es aquí donde entra en juego la intermodalidad, de forma que cada modo se utilice allí donde sea más eficiente”.
Para Pastor, el ferrocarril es un objetivo prioritario, en cuanto al transporte de mercancías; de ahí la nueva división de Renfe en cuatro unidades de actividad, una de las cuales será la del transporte y la logística. Por su parte, el transporte marítimo debe apoyarse también en el desarrollo de la función logística en los puertos y más concretamente en la función intermodal.
Por lo que respecta al transporte por carretera, “el modo más prioritario en nuestro país, trabajamos con el sector codo a codo, pero está muy atomizado, por lo que vamos a aprobar la LOTT a fin de mejorar su competitividad y eficiencia, para contar con una mayor flexibilidad en la gestión empresarial”. La ministra recalcó que la LOTT no debe crear problemas, por lo que de ser necesario deberá revisarse, ahora que precisamente está en trámite parlamentario.