Los transportistas españoles son de los más afectados por esta problemática al realizar muchos de ellos sus descansos en Francia, lugar donde se ha registrado un mayor número de estos robos.

La IRU ha publicado un informe sobre esta problemática, basado en una encuesta realizada entre sus asociados, que señala que las grandes empresas de transporte han sufrido robos de hasta cinco mil litros de combustible al año cada una. Esto ha servido de base para el cálculo de la cantidad de combustible que es sustraído en los países de la zona euro, que asciende hasta los 13,5 millones de litros de combustible robados al año.

Entre las recomendaciones preventivas publicadas por la IRU destaca la importancia de denunciar a las autoridades todos los casos para que se puedan identificar mejor zonas de inseguridad y las prácticas de las bandas organizadas.