
Los resultados obtenidos en el Estudio sobre Necesidades de Inversión en Conservación de la red viaria en España indican que darle la vuelta a esta situación requiere una inversión mínima de 6.200 millones de euros, cantidad en la que la AEC cifra el déficit que acumula el mantenimiento del conjunto de las infraestructuras viarias del país.
Entre las consecuencias de la falta de conservación se encuentran el deterioro de la comodidad de la circulación y de la seguridad vial, la pérdida de competitividad interterritorial, el aumento exponencial de los costes de reparación, el incremento de los costes de mantenimiento de los vehículos y el aumento de las emisiones contaminantes.
El pavimento acumula el 94% del déficit total en conservación, lo que se traduce en unas necesidades de inversión en reposición y refuerzo de firmes cifradas en 5.828 millones de euros para el conjunto de las carreteras españolas. De ellos, la Red del Estado precisa de 1.883 millones, y la Red Autonómica de 3.945 millones.
En cuanto a la señalización vertical, en la red estatal, alrededor de 83.000 señales superan la edad de siete años (período de garantía otorgado por los fabricantes para las láminas retrorreflectantes), lo que se traduce en que, si bien durante el día la señal se muestra en un estado de conservación adecuado, por la noche su visibilidad no está garantizada, al haber caducado el material retrorreflectante. En la Red Autonómica, por su parte, sería necesario renovar unas 247.000 señales, lo que representa un inversión de 52 millones de euros (27 millones para las vías del Estado).
Con respecto a la iluminación, el 82% de las luminarias en funcionamiento registran rangos inadecuados de iluminancia, casi un 40% más que en 2012. La falta de uniformidad en la iluminación también incrementa la exposición al riesgo, ya que se generan zonas de oscuridad entre áreas iluminadas (claroscuros); este defecto se detecta en el 40% de las luminarias en funcionamiento.