
Hay que mencionar, de la biografía más reciente, que Francisco Espinosa Gaitán, natural de El Ejido (Almería), fue director en el periodo 2007-2009 de Proyectos de Ferrocarriles de la Junta de Andalucía en Jaén, Granada y Almería. Y entre 2003 y 2007 fue Director Gerente de la Empresa Pública de Suelo de Andalucía, puesto que compatibilizó con el de consejero de la Autoridad el desarrollo del transporte de mercancías por carretera.
CETM quiere destacar y elogiar especialmente la posición constructiva de Juan Miguel Sánchez, comprometida y abierta al diálogo con el sector, tanto para emprender las numerosas reformas y acuerdos que se han llevado a cabo, como para a abordar las dificultades que se han sucedido durante estos años. Y, por otro lado, la Confederación ofrece al nuevo Director General de Transporte Terrestre, Francisco Espinosa Gaitán, su colaboración y compromiso para seguir trabajando de forma conjunta por este sector.
Juan Miguel Sánchez García, al que se le desea éxito en su nueva etapa personal, deja escritas unas palabras que resumen su mérito en su gran trayectoria como director. Su carta de despedida:
"Quiero informarte que en el Consejo de Ministros de hoy viernes, día 3 de septiembre, se ha aprobado un Real Decreto por el que ceso como Director General de Transporte Terrestre del Ministerio de Fomento.
Como sabes he desempeñado el cargo durante más de 11 años seguidos, en cuatro legislaturas diferentes, etapa que ahora finaliza. Han sido años de trabajo muy intensos que se unen a los 5 anteriores formando parte del equipo directivo de este Departamento. Durante esos años, se ha abordado una política de transporte enmarcada en las grandes líneas políticas y económicas de cada Gobierno, pero con una línea de coherencia y con un propósito claro y definido: llevar a cabo el impulso de un cambio hacia la profesionalización del sector del transporte, a través de iniciativas basadas en la búsqueda del acomodo entre las necesidades de la sociedad y las peticiones de los agentes del mercado, y siempre mediante el diálogo con todos: empresarios y sindicatos, cargadores y transportistas, logísticos, usuarios, fabricantes, etc.
El objetivo que hemos perseguido ha sido, por un lado, el de eliminar toda intervención inútil e improductiva de participación de la administración en el sector del transporte y en su mercado, huyendo, a la vez, de toda desregulación extrema; y, por otro lado, el promover, en todos los ámbitos, sobre todo en la Unión Europea, una regulación basada en la calidad, la seguridad y el medio ambiente, aspectos imprescindibles para un sector responsable y comprometido con la sociedad. También hemos defendido la existencia y mejora de los servicios públicos de transporte terrestre y lo hemos hecho convencidos de que es la mejor organización para que la sociedad reciba servicios de calidad, como ha sido el caso de las líneas regulares de viajeros que cubren todo el territorio español, o de los servicios ferroviarios.
Por otro lado, la relación con las Comunidades Autónomas ha sido intensa y fluida, buscando siempre que exista un trato en pie de igualdad, sin ataduras y sin complejos, sabiendo que cada administración tiene unos cometidos específicos, y, en materia delegada, contando con la opinión y el diálogo para llevar a cabo una coordinación eficaz y respetuosa con la realidad de cada nacionalidad o región.
El diálogo es fundamental a la hora de abordar cualquier cambio, y más para gestionar las competencias a las que se refiere este sector y este mercado del transporte terrestre, principalmente en la carretera por la gran fragmentación de agentes y actividades diversas. Hemos querido impulsar el diálogo, integrar más a todas las partes, dejar de ser una administración tutelar de los transportistas para ser una administración del siglo XXI que cuenta con todos, también con los usuarios y cargadores, para escuchar sus propuestas y sus necesidades, así como hemos escuchado y contado con los expertos, las Universidades y las consultorías.
Hemos querido hacer de la Dirección General de Transporte Terrestre un motor potente, en definitiva, una herramienta útil para esos cometidos, y ante todo muy profesional, donde cada uno tuviera sus competencias y responsabilidades.
También he tenido la suerte de contar en la Dirección General con unos compañeros y amigos que han constituido un equipo, tanto directivo como de colaboradores, muy cohesionado, altamente profesional e implicado en las tareas que nos habíamos impuesto.
Creo que, como en toda tarea ambiciosa, no se puede decir que mi etapa al frente de la Dirección General de Transporte Terrestre haya sido un éxito rotundo. Pero ha habido avances evidentes, los retos están claros, los objetivos se hallan marcados en los planes estratégicos, y será una tarea de impulso de las Administraciones de transporte y de los agentes económicos y sociales el llevarlos a cabo y el ir avanzando y marcando hitos.
Para mí, ha sido una labor apasionante, he pasado penas y alegrías, miedos y satisfacciones, logros y frustraciones, pero nunca podré decir que me haya sido indiferente.
Quiero agradecerte tu colaboración y tu interés en estos años y decirte que me tienes a tu disposición en el futuro.
Recibe un abrazo de Juan Miguel Sánchez García".