
Castilla y León es una de las comunidades autónomas que aún tienen en vigor el céntimo sanitario (ahora incluido en el impuesto de hidrocarburos). Pese a que, en un principio, gravaba el máximo permitido -4,8 céntimos de euro por litro-, desde el pasado mes de enero, la cuantía bajó a 1,6 céntimos de euro, lo que ha reducido su impacto en los ingresos de Hacienda por este concepto.
Desde que entró en vigor, Castilla y León ha ingresado unos 270 millones de euros en concepto del céntimo sanitario. La consejera de Hacienda de Castilla y León, Pilar del Olmo, defendió el impuesto, asegurando que "no fue un error" y que, en su día "sirvió para financiar servicios sociales básicos". En cuanto a su supresión, prevista para el próximo año, "se debe a que el gravamen ya no es estrictamente necesario".
La supresión del céntimo sanitario ha sido una de las reivindicaciones más demandadas en el sector del transporte. El Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea le dio la razón a los consumidores, al declarar este impuesto ilegal, ya que el Gobierno español no pudo demostrar que su recaudación fue destinada a financiar la sanidad pública, como aparece en el texto legal que lo apoyaba.