REVISTA TRANSPORTE PROFESIONAL
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Según la patronal de fabricantes de lubricantes en España (Aselube), la cifra global del mercado continuó el pasado ejercicio en España con la mejora registrada en 2023. De hecho, el año comenzó con un aumento de la demanda de este producto.
A lo largo del año, la dinámica fue algo dispar: mientras el primer semestre de 2024 registró mejores cifras que el mismo periodo del año anterior, el segundo continuó con cifras similares a las observadas en el mismo periodo de 2023. Así, 2024 terminó con un aumento de las ventas en lubricantes, muestra del buen momento que vive el sector en España.
Según datos de Aselube, que representa el 82% del aceite que se genera en España, el mercado de lubricantes cerró 2024 con unas ventas equivalentes a 422.000 toneladas, es decir, 7.800 toneladas más que el año anterior. Una diferencia que equivale a un crecimiento del 1,89%.
También las compañías integradas en Aselube han experimentado en ese ejercicio un crecimiento en sus ventas respecto a 2023 que roza el 1,1%. Además, los resultados obtenidos por ellas en 2024 superaron en un 3,9% los registrados en 2022.
En 2024, la estructura de las ventas por agrupación comercial se ha mantenido estable respecto a años anteriores. Sólo se observa que los aceites de proceso han ganado algo más de protagonismo, al acaparar una cuota del 16% frente al 14% del año anterior de la automoción e industrial, que pierden algo de terreno.
Así, la automoción representa el 41% de las ventas de lubricantes, seguido de los industriales (33%), proceso, 16%), marina y aviación (8%) y, por último, grasas (2%). Dentro del apartado automoción, el transporte pesado ocupa un lugar importante: mientras que, en 2023, el porcentaje representó el 25,74%, el pasado año fue del 25,55%.
Por comunidades autónomas, Andalucía encabeza la clasificación de ventas de aceite para automoción, desbancando por primera vez a Cataluña, con un porcentaje del 15,8%.
Control de emisiones del transporte por carretera
Debido a su cuota de mercado, el transporte por carretera es una de las principales fuentes de contaminación atmosférica. Por esa razón, la Unión Europea elabora una normativa que controla la cantidad de los principales contaminantes que pueden emitir los vehículos industriales. Son las conocidas como normas EURO, que limitan óxidos de nitrógeno (NOx), partículas (PM), hidrocarburos inquemados (HC) y monóxido de carbono (CO).
También existe una normativa que restringe las emisiones de CO2 de los vehículos. Estos límites a las emisiones, cada vez más severos, requieren acciones por parte de los fabricantes de vehículos industriales, que apuestan por la reducción en el consumo de combustible y la instalación de sistemas de postratamiento de gases de escape.
En 2024, las ventas de lubricantes para el sector pesado representaron el 25,55% del apartado de automoción
Una buena lubricación cobra especial importancia en el caso de los vehículos industriales y pesados, que suelen recorrer grandes distancias y/o trabajar en condiciones severas. Los aceites para los motores de vehículos industriales son compatibles con estos sistemas y contribuyen al ahorro de combustible.
Los propios fabricantes de vehículos promueven homologaciones con ensayos propios para complementar los niveles de calidad establecidos por los organismos internacionales para los aceites de motor en sus especificaciones.
Los aceites para vehículos industriales y pesados ofrecen una respuesta a las crecientes exigencias derivadas de la normativa medioambiental, los requerimientos de los conductores y de los propios gestores de flotas en tres grandes áreas: la primera es la compatibilidad con los sistemas de postratamiento de gases de escape: EGR, filtro de partículas diésel (DPF) y sistema de reducción catalítica selectiva (SCR). La segunda, larga duración entre cambios de aceite, y la tercera, ahorro de combustible.
El transporte, pieza clave de la economía circular del aceite industrial usado
La importancia de los lubricantes en el sector industrial y de automoción continúa en altos niveles. Pero la normativa exige reciclar y recuperar el aceite usado que se consume, lo que obliga al tratamiento de residuos.
El modelo de economía circular continúa avanzando con paso firme en España, y el sector del transporte vuelve a demostrar su compromiso con la gestión responsable del aceite industrial usado, uno de los residuos más contaminantes que existen si no se trata de manera adecuada.
Según los últimos datos de SIGAUS (Sistema Integrado de Gestión del Aceite Usado), en 2024 las empresas transportistas generaron 6.700 toneladas de este residuo peligroso, que fueron recogidas a través de 8.500 operaciones en cerca de 4.000 puntos productores repartidos por toda la geografía nacional.
Estos datos sitúan al transporte como uno de los sectores más implicados en esta cadena de valorización ambiental, aportando un 6% del total del aceite usado recogido a nivel nacional.
En 2024, las empresas transportistas generaron 6.700 toneladas de aceite industrial usado, en cerca de 4.000 puntos productores repartidos por toda la geografía nacional
Un esfuerzo que cobra especial relevancia si se considera la dispersión territorial de muchos talleres y otros establecimientos que generan este residuo, y que es posible gracias a una red de más de 160 gestores autorizados que trabajan con SIGAUS, que en 2024 realizaron 177.000 recogidas en 66.500 puntos de 4.800 municipios españoles para recoger 153.000 toneladas brutas de aceite usado.
Gestión del aceite usado en 2024
Una vez recogido, este residuo pasa por un tratamiento que elimina agua y sedimentos. Tras este proceso, el aceite usado neto gestionado en España ascendió a 132.568 toneladas, de las cuales, un 74% se destinó a regeneración, el tratamiento prioritario según la normativa, que permite obtener bases lubricantes para formular nuevos aceites (más de 61.000 toneladas en 2024), completando así la circularidad del producto.
El 26% restante se trató para obtener un combustible alternativo similar al fuel óleo, con menor contenido en azufre y menor huella ambiental.
Esta gestión del aceite usado no sólo evita el potencial impacto de un residuo que tiene la consideración de peligroso, sino que supone otros beneficios colaterales: se estima que, sólo en 2024, estos tratamientos evitaron la emisión de más de 83.000 toneladas de CO2, el equivalente a 332 vuelos de ida y vuelta entre Madrid y Nueva York.
Gracias al tratamiento dado al aceite usado, en 2024 se evitó la emisión de más de 83.000 toneladas de CO2, el equivalente a 332 vuelos de ida y vuelta entre Madrid y Nueva York
En un momento en que la normativa medioambiental se intensifica, la experiencia de 18 años de SIGAUS gestionando el aceite industrial usado bajo el modelo de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) resulta clave.
Este modelo, que se basa en el principio de “quien contamina paga” y que traslada a los productores la responsabilidad de financiar la gestión de los residuos de los productos que comercializan, se ha comenzado a aplicar también en el ámbito de los envases industriales y comerciales, muy presentes en el sector del transporte.
Desde el 1 de enero de 2025, todas las empresas que comercializan productos envasados en el mercado español deben cumplir con nuevas obligaciones legales, como su inscripción en el Registro de Productores de Producto (RPP), la declaración de los envases puestos en el mercado o la financiación de la gestión de sus residuos.
Para ayudar a las empresas a cumplir con estas obligaciones, ha surgido GENCI, respaldada por la experiencia de SIGAUS en la gestión de otro residuo de ámbito profesional. La entidad ofrece una solución integral que simplifica el cumplimiento normativo, como pueden comprobar sus más de 2.000 empresas adheridas.