Por otro lado, el que la temperatura del motor sea demasiado baja, no afecta a su vida útil, ni al consumo de combustible, o a las emisiones de gases de escape.
El radiador está colocado justamente detrás de la rejilla, en la parte delantera del compartimento del motor, y forma parte del circuito largo de refrigeración. El calor generado por el motor al quemar combustible se transfiere al refrigerante.
Para que el refrigerante se enfríe de nuevo, pasa por unos pequeños tubos rodeados de laminillas donde la mayor parte del calor se libera en el ambiente. Un termostato controla el flujo del refrigerante para mantener la temperatura constante.
Trucos y consejos
Antes de sustituir el radiador debe extraerse y recogerse adecuadamente el líquido de refrigeración. Al retirar el radiador, asegúrese de no dañar el resto de componentes del motor. Compruebe también que las abrazaderas y otros componentes de montaje están correctamente atornillados.
Además, es preciso asegurarse de que las laminillas de refrigeración no sufren ningún daño al instalar el radiador para evitar posteriores fugas. Hay que comprobar igualmente la ausencia de grietas en las tuberías y sustitúyalas en caso de que sea necesario.
Además, es recomendable comprobar la viscosidad y la temperatura del líquido refrigerante, así como su calidad. Si se encuentra suciedad u otros cuerpos extraños, es mejor sustituirlo.