Al ser el punto de contacto del vehículo con la carretera los neumáticos tienen un impacto directo sobre el modo en el que las prestaciones del vehículo se trasladan al firme.
La etiqueta europea identifica tres aspectos cruciales para que el consumidor pueda anticipar las prestaciones de cada neumático. En este sentido, las informaciones sobre resistencia a la rodadura, adherencia sobre mojado y nivel de ruido que contiene la etiqueta explican al automovilista los beneficios que en términos económicos, medioambientales y de seguridad le aporta cada neumático concreto. Cuanto mejor es el comportamiento en cuanto a resistencia a la rodadura, menores son las emisiones de CO2 y el consumo de combustible, mientras que las características de agarre tienen un impacto directo en cuanto a seguridad: cuanto mejores sean, más fácil será detener el vehículo cuando el firme no está seco. La etiqueta del neumático ofrece la información necesaria a la hora de elegir las cubiertas más adecuadas a cada vehículo para así contribuir a la seguridad del tráfico rodado.
La industria del neumático pretende mejorar la seguridad vial y para ello difunde las mejores prácticas en cuanto a los procedimientos de mantenimiento de los neumáticos, su almacenamiento y su vida útil.
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