Las baterías que no están expresamente diseñadas para trabajar en condiciones extremas pueden perder potencia cuando la temperatura cae al punto de congelación, por ello la marca especializada en baterías TAB Spain propone cuatro medidas para garantizar el buen funcionamiento de este componente durante los meses de invierno.
- Hacer una revisión previa de la batería en su taller habitual para comprobar si su capacidad es suficiente para el arranque a temperaturas bajo cero, especialmente si tiene tres años o más de uso.
- Intentar mantener los bornes de la batería limpios y evitar que se oxiden. Para eso se pueden usar aerosoles específicos o untarlos con vaselina.
- Reducir el consumo eléctrico con el vehículo estacionado con el motor parado por parte de elementos tales como radio, elevalunas eléctricos, etc. para no descargar la batería.
- Tratar de estacionar el vehículo en interior siempre que sea posible.
Durante el invierno el vehículo requiere más potencia para arrancar el motor y que la calefacción funcione. En estas circunstancias, si la batería está débil y carece de un buen mantenimiento, las probabilidades de no poder encender son más altas de lo habitual.
<p>
</p>