
El cambio normativo de 40 a 44 toneladas, que permitirá transportar unas 27 toneladas de carga útil frente a las 24 actuales, va a tener repercusiones en la actividad de transporte de mercancías en cisternas, tanto gases como productos químicos, como alimenticios o pulverulentos.
Se ha analizado de forma pormenorizada el aumento de cuatro toneladas en la masa máxima y se ha llegado a la conclusión de que, en términos generales, supondrá más eficiencia, mejor optimización de los recursos y menos congestión de las carreteras. El estudio ha sido encargado por CETM Cisternas y patrocinado por el fabricante de cisternas Parcisa, la multinacional Continental y la marca de camiones Scania.
Sin embargo, desde el punto de vista empresarial, el cambio tendrá también consecuencias negativas, ya que generará un incremento de costes, ya que las empresas de transporte tendrán que disponer de camiones de mayor potencia, su consumo será mayor y el desgaste de los neumáticos y frenos aumentará. A ello habrá que sumar los gastos para adaptar y homologar los vehículos a los nuevos requisitos técnicos que se exigirán para alcanzar las 44 toneladas de masa máxima.
Características técnicas de los vehículos que transportan cisternas
• Potencia: se deberá pasar de 455 CV a 460 CV
• MMA: aumentada en todos los casos, salvo las 46 toneladas en el transporte de contenedores
• Carga útil: se incrementa en tres toneladas (de 24 a 27) en todas las especialidades, salvo en carburantes (que pasa de 26 a 30) que aumenta en cuatro toneladas y portacontenedores (de 26,25 a 28,25) que aumenta en dos.
• Kilometraje anual: se ha aplicado una reducción media del 6,25% de los kilómetros realizados sobre la base de la reducción del tiempo de conducción que ocasionará el aumento medio del tiempo empleado en la carga y descarga (mayor tiempo de caída de producto).
• Consumo medio: incremento del 8,18% del consumo de combustible derivado de arrastrar más toneladas
Se ha analizado de forma pormenorizada el aumento de cuatro toneladas en la masa máxima y se ha llegado a la conclusión de que, en términos generales, supondrá más eficiencia, mejor optimización de los recursos y menos congestión de las carreteras
Conclusiones del estudio sobre las 44 toneladas al transporte en cisternas
El aumento de la masa máxima autorizada de 40 a 44 toneladas supone una serie de impactos económicos. El mayor número de toneladas transportadas ocasiona un aumento de costes por vehículo en euros/kilómetro que repercutirá de forma negativa en todas las especialidades:
- Químicos: +8,91%
- Alimenticios: +8,38%
- Gases: +8,49%
- Pulverulentos: +7,24%
- Carburantes: +10,58%
- Portacontenedores: +3,61%
Sin embargo, una vez adecuado el incremento de costes, el estudio demuestra una mejora sustancial de la productividad, por la reducción del coste en euros de las toneladas transportadas, lo que beneficiará al conjunto de la actividad:
- Químicos: +9,24%
- Alimenticios: +9,68%
- Gases: +9,59%
- Pulverulentos: +10,64%
- Carburantes: +10,64%
- Portacontenedores: +6,74%
La eficacia de la entrada en vigor de las 44 toneladas se encuentra limitada por la imposibilidad de aplicarla en el transporte internacional dentro de la Unión Europea, por lo que sería necesaria una armonización de la norma en todo el espacio comunitario.
El aumento de la carga útil provoca el incumplimiento de la actual normativa de carga por eje para algunas de las configuraciones estudiadas, lo que obligará a numerosas empresas de transporte a incurrir en los gastos necesarios para adaptar y homologar los vehículos a estos nuevos requisitos técnicos. En este sentido, preocupa el colapso que pueda producirse por este motivo en las estaciones de Inspección Técnica de Vehículos (ITV), ya de por sí saturadas de trabajo.