A partir del 1 de enero de 2013, la Unión Europea eliminará las ayudas públicas a la compra de gasóleo por parte de los transportistas por carretera, tanto de mercancías como de viajeros. La medida ha sido calificada por la CETM como "discriminatoria", ya que el transporte por ferrocarril se encuentra entre los sectores que pueden ser exceptuados entre de esta propuesta.
Para la Confederación, nuestra posición, como país periférico, nos deja en inferioridad de condiciones, ya que "elevaría el precio de los productos y reduciría la competitividad de nuestros bienes con respecto a los de otros países".
Además del sector de la carretera, se verían afectadas otras actividades que dependen del transporte, como la construcción, industria, el sector textil, la agricultura, automoción y, en general, todo lo que se puede transportar en camión.