La propuesta, que no contó con el visto bueno del organismo público, no quedó en saco roto: así, el sector logró que se concediera el aplazamiento ordinario de las cuotas por un plazo de tres a cinco meses, de forma consecutiva o alterna, dentro del ejercicio 2010.
Sin embargo, cuando las empresas van a pedir el oportuno aplazamiento, se encuentran con que tienen que presentar un aval que justifique ese alargamiento de las cuotas, por lo que el acuerdo ha quedado inhabilitado. Ahora, la Tesorería General de la Seguridad Social alude que ese requisito “es inevitable”, lo que ha provocado la ofuscación del sector.
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