Quedan por revisar temas de la mayor importancia, como el acceso a la profesión y al mercado, el Baremo Sancionador (aunque este último está prácticamente consensuado –queda pendiente el espinoso asunto de al responsabilidad objetiva del conductor-) y, por supuesto, todo lo referido a las autorizaciones de transporte. El ámbito de la nueva ley dará cabida también al transporte ferroviario y a los operadores logísticos.
El resultado de las negociaciones que mantienen el Comité Nacional de Transporte por Carretera y el ministerio de Fomento, traerá un nuevo orden a la legislación por la que se rige nuestro sector, que tendrá su desarrollo en las correspondientes órdenes ministeriales. Será un trabajo arduo, que hacerse sin pausas pero con cierta prisa, ya que es importante que vea la luz antes de que termine la actual legislatura.