Advertisement
Sábado, 25 Enero 2025

    María Fernanda Martínez Sierra

    María Fernanda Martínez Sierra

    Parece que al transporte de mercancías por carretera no le queda más remedio que adaptarse a los irrefrenables planes del Gobierno sobre intermodalidad.

    El impulso al ferrocarril, regulado en el consabido PEI, y reflejado ya en numerosas actuaciones concretas como, entre otras, los convenios con los nodos logísticos y la puesta en marcha de una línea de mercancías entre Barcelona y Lyon con el ancho de vía internacional, se potenciará en 2011 con la inclusión del eje mediterráneo en las redes transeuropeas de transporte (TEN-T), que se aprobarán en junio.

    La intermodalidad se presenta ante la opinión pública, cada día más concienciada de las bondades del tren, como una solución político-económica, medioambiental y de descongestión vial. Ocurre con la multimodalidad como con las leyes de competencia: hasta hace poco sonaba muy lejana pero hoy ya es una realidad que afecta a muchas de nuestras empresas.

    Prueba de que el mensaje está calando son, por ejemplo, las numerosas declaraciones de presidentes de asociaciones provinciales y empresas, que relegan el papel del camión a las distancias medias y cortas entre tren, puerto y destinos finales y asumen que la coordinación en los centros logísticos intermodales para la gestión eficiente del transporte entre los tres modos son situaciones ideales y el futuro hacia el que nos dirigimos.

     

    “Ocurre con la multimodalidad como con las leyes de competencia: hasta hace poco sonaba muy lejana pero hoy ya es una realidad”

     

    Y es que, lo quiera o no, en los planes del Gobierno el transporte de mercancías por carretera forma parte de la intermodalidad como un modo de transporte más, si bien es el modo más importante por su elevada cuota de mercado y por otras muchos valores como la flexibilidad, la rapidez, la oferta, el precio y el servicio puerta a puerta.

    Son éstas las ventajas competitivas que el transporte de mercancías por carretera debería potenciar para aprovechar esta oportunidad de liderar un mercado, el del transporte combinado, cuyo despegue está previsto a partir de 2013 y cuyo crecimiento depende aún de numerosos factores que todavía no se han encauzado, como, por ejemplo, la financiación de las infraestructuras vía inversión privada.

    El futuro de las empresas de transporte de mercancías por carretera dependerá en gran medida de su capacidad de adaptarse a las nuevas condiciones en las que se desenvolverá en un futuro próximo este sector de actividad.

    Valora este artículo
    (0 votos)
    Más en esta categoría:

    Deja un comentario

    Asegúrese de introducir toda la información requerida, indicada por un asterisco (*). No se permite código HTML.

    Noticias + Leidas

    Separatas y Monográficos del Transporte

    © 2018 BGO Editores. Desarrollo Área Fotográfica - Juan Caraballo - Revista Transporte Profesional - 91 744 03 95