Así, se va a ejecutar un ajuste de inversión de 6.400 millones de euros en dos años, que se reflejará en una pérdida de empleo de 100.000 puestos de trabajo, según patronal y sindicatos, que se suman al millón que ya ha perdido la construcción y a los cuatro millones y medio de parados en total en España, más del 20%.
Es decir, que el plan estrella de Fomento, el que iba a impulsar la multimodalidad, el que iba a potenciar las grandes infraestructuras españolas, el AVE, el transporte ferroviario de mercancías, el que tantos parabienes iba a reportar a la sociedad española, se ha venido abajo y se queda en una paralización inédita de la obra civil, con la consecuente incertidumbre jurídica en la rescisión de contratos y la pérdida de empleos.
En lo que respecta al transporte de mercancías por carretera, se verá afectado por el tijeretazo en infraestructuras de un Plan que le dedicaba el 30% de su presupuesto. Pero lejos de ser éste el único perjuicio directo, ahora el Ministerio de Fomento, las concesionarias y las constructoras han fijado la vista en la implantación de la Euroviñeta como vía para la obtención de dinero fresco que permita afrontar los problemas económicos. Se trata del modelo ‘Quien usa paga’, puesto en marcha en 17 países de la Unión Europea, entre ellos, Francia, Alemania y Holanda, que prevé, incluso, cobrar a todo tipo de vehículos a partir de 2016.
“Se trata del modelo ‘Quien usa, paga’, con el que el Ministerio de Fomento podría garantizar el flujo de inversión pública”
El anuncio realizado en esta misma columna hace dos meses de observar con qué nueva frase nos sorprendería el ministro se materializa en esta ocasión en “Adiós a la cultura del todo gratis”. Pero Blanco debería recordar que los Acuerdos de Junio de 2008, publicados en el BOE, recogen de forma explícita el apoyo del Gobierno en el ámbito comunitario a las posiciones consensuadas con el sector en relación a la Euroviñeta y la tarificación de las infraestructuras. Y que, puestos a pagar, deberían hacerlo todos los usuarios de las vías, no sólo los vehículos pesados. Porque es de nuevo al transporte de mercancías, el eslabón más débil, al que finalmente se le aplican tasas, dada la impotencia que tiene para defenderse. Este nuevo coste agravaría la penosa situación del sector, que ya ha amenazado con convocar movilizaciones.