Sean cuales sean las respuestas a las preguntas anteriores, y tal y como el sector del transporte de mercancías por carretera lleva defendiendo a capa y espada desde un principio, dada la actual situación de crisis económica y la consiguiente reducción de actividad nos encontramos ante el peor momento posible para la incorporación de nuevas tasas que traerían efectos muy negativos sobre la competitividad de toda la economía española.
Pero hay que ir más allá, porque no es solo cuestión de elegir bien el momento, sino de principios, y siempre nos vamos a oponer a que se pretenda castigar al modo de transporte más eficiente para mermar su competitividad en beneficio de otros modos o de otros intereses.
Este sector no está dispuesto, ni ahora ni nunca, ni en Guipuzcoa ni en el resto de España, a ser el único que contribuye al mantenimiento de las infraestructuras.