En los últimos años, lamentablemente, hemos sufrido el cierre de numerosas compañías, porque no han podido enfrentarse a un mercado exigente, con multitud de requerimientos legales y con unos márgenes de negocio muy reducidos. En mis años como presidente de CETM Portavehículos y Logística de la Automoción hemos denunciado en múltiples congresos, jornadas y reuniones sectoriales esta difícil situación, pero los avances y mejoras apenas se han notado.
Especialmente, siempre he mostrado mi preocupación por la tendencia a la baja de la fabricación de vehículos en España durante los últimos ejercicios. De hecho, y a pesar de que el año 2018 ha tenido un nivel aceptable para el momento económico que atraviesa España, con un crecimiento del 7% en la matriculación de vehículos, las perspectivas para el 2019, especialmente para el segundo semestre, no son nada halagüeñas.
Y este descenso de la producción fomentará que se mantengan las presiones de los cargadores sobre los precios y la periodicidad de los contratos; seguirá aumentando la competencia de empresas extranjeras; continuará el exceso de cargas administrativas, a lo que hay que añadir la incertidumbre ante la situación política y económica de nuestro país.
el sector de los camiones portavehículos también debe ser reconocido como un sector estratégico para la economía española, europea y mundial
Además, también padecemos la inquietud derivada por la situación laboral y la falta de conductores cualificados; por la falta de campas para el almacenamiento de vehículos y por cómo esto puede afectar al futuro de la producción de vehículos en Europa, y por el incremento del número de portavehículos en el mercado durante los últimos años.
La patronal de los automóviles ANFAC acaba de publicar un análisis sobre el futuro de la automoción en el que muestra su preocupación por la bajísima demanda de vehículos eléctricos existente en España, que nos coloca a la cola de Europa, y la pérdida de competitividad que este efecto puede producir sobre las fábricas españolas que podrían dejar de producir más de 700.000 vehículos por no encajar con la nueva demanda del mercado, lo que supondría un impacto en el PIB comparable con la crisis de 2011, con la diferencia de que sería una pérdida permanente en el tiempo, más difícil de recuperar.
Al igual que hace ANFAC, que reclama el apoyo de la Administración y el desarrollo de políticas que permitan impulsar la industria de la automoción, el sector de los camiones portavehículos también debe ser reconocido como un sector estratégico para la economía española, europea y mundial.
Con estas palabras me quiero despedir como presidente de CETM Portavehículos y Logística de la Automoción agradeciendo a CETM toda la confianza y respeto depositada en mi persona. Y no me despido al 100% porque todos sabéis que os seguiré acompañando en la defensa de los derechos de esta maravillosa industria.
Revista Transporte Profesional