En este caso se trata de 100 medidas (71 nuevas) que supondrán un ahorro bruto de 11.479 millones de euros y más de 36 millones de toneladas de CO2 que no se emitirán a la atmósfera. Hasta aquí muy bien, pero el transfondo tiene miga.
¿Cómo se va a hacer? Como siempre, reequilibrando los diferentes modos de transporte, es decir, impulsando el transporte ferroviario de mercancías, que pasará de una cuota del 4% al 8-10% en 2020, puesto que su coste energético es un 30% más barato por tonelada transportada que la carretera, aunque Renfe, por ejemplo, es el principal consumidor de electricidad del país, y la producción de esta energía también es contaminante. Por si esto fuera poco las autopistas del mar se llevarán también un buen bocado.
El ahorro en la carretera se refiere a las vías, es decir, a racionalizar los puntos de luz incluidos los túneles. Hablamos en total de 121 millones de euros, una miseria en comparación con el montante total.