Y aunque ha pasado por multitud de vicisitudes en los últimos años con motivo de la crisis, por lo menos "en 2014 pudimos mantener nuestro volumen de negocio, que no es poco. Ya en el último trimestre del año, la actividad comenzó a remontar, algo que también estamos notando en los primeros días de enero" explica Ángel Moreno.
Aun así, los problemas siguen estando encima de la mesa, pues "aunque parece que el mercado se mueve, nos hemos pasado muchos años con una bajada de la demanda de transporte muy acusada, derivada de un importante descenso del consumo. También el precio del carburante ha sido un gran inconveniente, ya que a pesar de que en los últimos meses está disminuyendo, durante mucho tiempo las subidas han sido constantes y, lo que es peor, no las hemos podido repercutir a la mayoría de nuestros clientes", añade el gerente de Tractole.
También la "gran carga impositiva que hemos tenido que soportar y las excesivas inspecciones de las que hemos sido objeto ha dificultado mucho nuestro trabajo", continúa. "Y no me puedo olvidar de la enorme morosidad que estamos sufriendo, hasta el punto de que en mi caso he tenido impagos importantes".
En cuanto a la posible modificación de la normativa sobre masas y dimensiones, Ángel Moreno se muestra tajante, ya que considera que "los únicos beneficiados serán los cargadores, pues no creo que nos incrementen el precio por un mayor número de toneladas".
En cualquier caso, el menor coste del gasóleo en la actualidad y la devolución del céntimo sanitario está dando un respiro al sector. Si ello le añadimos la posibilidad de eliminar los módulos, "algo necesario, y que el consumo está recuperándose, parece que empezaremos a remontar el vuelo, pero no por ello nos podemos relajar. Las expectativas para 2015, en definitiva, son buenas".
Revista Transporte Profesional