REVISTA TRANSPORTE PROFESIONAL
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Personas y vehículos, o si lo prefiere, conductores y camiones, son los dos pilares en los que se basa la movilidad tanto a nivel general como en lo que se refiere al transporte de mercancías por carretera. En realidad, no descubro nada nuevo. Pero hago esta introducción porque en los dos ámbitos están ‘ocurriendo cosas’, llevados por la crisis de ‘fe’ en el primero, y por la necesidad (y obligatoriedad) de apostar por la sostenibilidad a corto y medio plazo en el segundo.
No es la primera ocasión que me refiero al ‘déficit’ de profesionales del volante que estamos viviendo, con lo que no voy a comentar mucho más al respecto. Pero sí quería detenerme en una cuestión que no es baladí, relacionada con la posibilidad, vía propuesta de la Comisión Europea, de rebajar la edad a los 17 años para sacarse el carné C1 que permite conducir vehículos industriales de hasta 7,5 toneladas de MMA. Eso sí, el ‘novel’ deberá ir acompañado de un conductor que tenga más de 25 años y que sea titular de un permiso de conducción profesional con más de cinco años de antigüedad. Ya cuando cumpla los 18 podrá ‘volar’ solo.
Los conductores jóvenes, más necesarios que nunca
Como idea y declaración de intenciones no me parece nada mal. Se trata de crear ‘cantera’, de establecer una base sólida para que en pocos años estos conductores jóvenes estén preparados para adquirir más responsabilidad y sustituir, como es ley de vida, a los profesionales que se vayan jubilando.
Ahora bien, no solo con el carné basta; es necesario que estos futuros grandes expertos del volante tengan una formación más específica (eso sería lo ideal), y que pudiesen acceder a un título de formación profesional que esté acompañado de prácticas en una empresa, para que cuando llegue el momento de tomar el relevo de los veteranos, sea más sencillo el proceso de acceso al mercado, una consideración que la tienen muy marcada en la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), tal y como asegura en el reportaje que usted podrá leer en este mismo número el director técnico de CEFTRAL, Juan Pablo Escamilla.
En otro orden de cosas, también en este ejemplar analizamos en profundidad todo lo relacionado con le electromovilidad que viene. Sea por las necesidades medioambientales actuales, por las restricciones de acceso a las ciudades o por la futura prohibición de fabricar motores de combustión, el caso es que los fabricantes de vehículos industriales (también el resto) se están esforzando en desarrollar gamas completas de camiones tanto 100% eléctricos como híbridos que den respuesta a esta espiral relacionada con la sostenibilidad.
No solo con el carné basta; es necesario que estos futuros grandes expertos del volante tengan una formación más específica, y que pudiesen acceder a un título de formación profesional que esté acompañado de prácticas en una empresa
Sin embargo, otra vez volvemos a lo mismo: vehículos que incluso triplican el precio de los diésel (descuentos gubernamentales al margen) y la escasez de infraestructuras de recarga sigue estando muy presente. Desde las marcas se afanan en intentar demostrar que lo que hay que valorar es el TCO de los camiones (coste total de propiedad), y que en este caso las diferencias no son tan abismales.
Sea como fuere, nos hemos hecho eco de que, desde la Plataforma para la Promoción de los Ecocombustibles, de la que forma parte nuestra Confederación, se ha solicitado al Gobierno español el apoyo e impulso de los combustibles líquidos neutros en carbono. Y es que se entiende que los carburantes renovables son necesarios para descarbonizar el transporte. Desde la Unión Europea se han dado ya pasos en esta dirección, de tal forma que la ‘Plataforma’ reclama que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) contemple los ecocombustibles como otra solución para alcanzar la reducción de emisiones de CO2.
No quería concluir sin dar valor a la iniciativa que la empresa editora de Transporte Profesional, Difundalia, ha puesto en marcha para poner en relieve el papel de la mujer en el transporte de mercancías y viajeros, y que culminará el próximo 8 de junio con el ‘1er Congreso Nacional de la Mujer en el Transporte’. Se trata precisamente de ensalzar y empujar a la mujer dentro de un sector eminentemente masculino. Otra forma, sin lugar a dudas, de impulsar la profesión en todos sus ámbitos.