Ha transcurrido casi un cuarto de siglo desde la puesta en vigor de la LOTT (data de 1987), una Ley que conjuntamente con el ROTT, ha regido los destinos del transporte en nuestro país. Hora es ya de modernizar y profesionalizar un sector tan dinámico como el nuestro, que siempre va por delante no sólo del contenido sino del espíritu de las normas. La actual LOTT está obsoleta y no sirve a los intereses y las necesidades de un sector en permanente estado de cambio, que precisa mejorar su competitividad a todos los niveles. Las leyes deben ser un instrumento al servicio del administrado, y no al contrario: un camino farragoso y lleno de cortapisas, que impide el normal desenvolvimiento de la actividad.
Han sido precisos muchos meses de largas negociaciones con Fomento, protagonizadas por el Comité Nacional de Transporte por Carretera, CNTC (donde la CETM ha participado intensamente), para llegar a la redacción del anteproyecto de la nueva LOTT, en el que se han tenido en cuenta aspiraciones y peticiones del sector, aunque obviando temas de importancia.
Entre otros muchos puntos (damos información en este número), se cambiará el régimen de otorgamiento de autorizaciones, de acuerdo a la reglamentación de acceso a la profesión y al mercado, emanada de la UE; se pretende también que exista una única autorización para realizar transporte e intermediar en su contratación, y se quieren eliminar determinados requisitos para obtener autorización de transporte público con vehículos ligeros de entre 2 y 3,5 Tns. de MMA. Tendremos un nuevo Baremo de Sanciones y se actualizarán las competencias de las Juntas Arbitrales. La regulación del Registro de Empresas y Actividades de Transporte y su coordinación con el Registro mercantil; la reducción de algunas cargas administrativas; la mejora en la gestión de los servicios públicos (tramitación telemática), y la armonización con la Ley de Contrato de Transporte y la legislación ferroviaria, actualizando el concepto de transporte multimodal, así como nuevos requerimiento en cuanto a formación se refiere, son otros de los extremos de interés que recoge la nueva Ley.
En opinión del secretario de Estado de Transportes, Isaías Táboas, en la presentación del Anteproyecto de Ley, el CNTC está de acuerdo con los cambios efectuados. Disentimos. A juicio de este Comité y de la propia CETM, se han obviado una serie de cuestiones de vital transcendencia, por lo que nuestros representantes deben hacer ahora un último esfuerzo para corregir estos desatinos, en el periodo de trámite parlamentario de la norma. Deberán convencer a los diversos grupos políticos para que apoyen sus argumentos, puesto que el borrador no ha incluido parte de sus pretensiones e, incluso, ha modificado del anteproyecto inicial disposiciones que ya contaban con la aprobación del Comité Nacional.
Hablamos, por ejemplo, de las cooperativas de trabajo asociado, pues parecería correcto que el tratamiento que dé la LOTT a éstas, deba ser idéntico al que se le exige a cualquier empresa de transporte. Persiste la duda de cómo facturarán los cooperativistas, pues es evidente que éstos no son titulares de autorizaciones. Hubiera sido positivo también elevar hasta 18.000 euros la cuantía, cuanto a las competencias de las Juntas Arbitrales, en lugar de los 10.000 que se citan. Se debería, además, haber incluido más requisitos (se elimina la capacitación y el visado) para las autorizaciones de vehículos de menos de 3,5 Tns.; tampoco se aclaran los problemas de la intermediación, ni los producidos por impago del servicio y sus correspondientes plazos. Recogiendo las palabras de Blanco en su última reunión con el Comité Nacional, quien vino a decir que éste es un sector débil frente a los clientes y precisa de mayor estructura empresarial, bueno sería que la nueva LOTT contemplara esta tesis y le diera solución. En definitiva, una serie de “detalles” que en la práctica son demasiado relevantes como para permitir que la actual redacción salga adelante.