Según la CNC, una de las fuentes de la escasa competencia en esta actividad es la inadecuación de las infraestructuras ferroviarias a las necesidades de la logística actual, "lo que resta atractivo al tren como medio de transporte frente a otros modos más o menos sustitutivos y reduce el incentivo para la entrada y la expansión de nuevos operadores".
Cuestiones como el escaso desarrollo de la interconexión con otros modos de transporte, como puertos y plataformas logísticas, las dificultades para la conexión con el resto de países comunitarios por diferencias en el ancho de vía o por las características de los trenes en materia de longitud y de gálibo, y la prioridad concedida a los trenes de viajeros tanto en términos de paso como en términos de las inversiones realizadas en los últimos años, disminuyen la velocidad media alcanzada por los trenes de mercancías, restándole competitividad frente al transporte por carretera.
El informe preliminar ha detectado otra serie de factores que contribuyen al escaso desarrollo del ferrocarril como medio de transporte de mercancías como que la normativa exige requerimientos operativos, o de otro tipo, que precisan de una gran capacidad de financiación para entrar a operar en el mercado o dilatan en el tiempo la entrada o expansión de nuevos operadores. También, la complejidad y configuración de los cánones ferroviarios; la existencia de ciertas ventajas de Renfe Operadora o la excesiva dependencia del Comité de Regulación Ferroviaria del Ministerio de Fomento.
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