El objetivo principal del nuevo Reglamento de Circulación Ferroviaria es establecer reglas operativas de aplicación general para que la circulación de los trenes y la realización de las maniobras en la red ferroviaria de interés general del Estado se realicen de forma segura, eficiente y puntual.
El Reglamento se ha adaptado a la actual estructura del sistema ferroviario y al nuevo marco legal europeo, que tiende a facilitar la interoperabilidad ferroviaria entre los distintos Estados miembros.
Además, agrupa y sintetiza en un documento único la normativa vigente en las tres redes ferroviarias estatales (de ancho métrico, convencional y de alta velocidad), unificando los criterios de operación y reduciendo el número de normas, apostando por la modernización de las instalaciones ferroviarias y la incorporación de nuevas tecnologías.