Esta ley supone un nuevo marco jurídico completo aplicable al sector ferroviario. La normativa vigente hasta el momento (39/2003) ha sido objeto de varias modificaciones en los últimos meses para acometer importantes reformas estructurales.
Entre ellas, destacan la integración de Feve en Renfe y Adif; la división en Renfe en cuatro sociedades; el paquete normativo que ha permitido iniciar la liberalización de los servicios de transporte de viajeros y la reorganización de Adif y la creación de Adif Alta Velocidad y establece un espacio ferroviario europeo único.
La nueva ley consolida la reforma emprendida por el Ejecutivo, y además adapta la normativa a la creación de la Agencia de Seguridad Ferroviaria, reforzando todos los mecanismos relativos a la seguridad.