Este nuevo camión Volvo cuenta con tecnologías de conducción autónoma que le permiten transportar la caña de azúcar recién recogida y conducir con gran precisión milimétrica, evitando un desvió de más de 25 mm lateralmente por los campos, para evitar dañar las plantas jóvenes que formarán la cosecha del año que viene.
Los campos del Grupo Usina Santa Terezinha, productor de azúcar y etanol, han servido a Volvo Trucks para poner a prueba su de camión con dirección automática. El objetivo del desarrollo de este camión era analizar el modo en que la conducción autónoma podía evitar dañar el terreno y los cultivos, y así aumentar los ingresos. Las posibilidades de conseguir mayores cosechas son significativas: hasta diez toneladas por hectárea cada año.
La caña de azúcar se recoge de los campos de cultivo con cosechadoras y camiones que se controlan manualmente, desplazándose uno al lado del otro a baja velocidad. Cuando un camión está totalmente cargado y se desvía para vaciar su carga, el siguiente avanza hasta colocarse al lado de la cosechadora para repetir el proceso. El gran reto de los conductores de estos camiones es mantener la velocidad de la cosechadora y, al mismo tiempo, concentrarse por completo en seguir la ruta establecida para no estropear las plantas cercanas que darán la cosecha del próximo año.
Volvo Trucks ha resuelto este problema con un sistema de asistencia al conductor que automatiza la dirección. Garantiza que el camión se mantendrá siempre en la ruta adecuada al acercarse, separarse y alejarse de la cosechadora, de manera que las plantas no resulten arrolladas y dañadas. Con la ayuda de receptores de GPS, el camión sigue un mapa basado en coordenadas por todo el campo de caña de azúcar. Dos giroscopios garantizan que no solo las ruedas frontales sino todo el vehículo se conduce con gran precisión para evitar que el camión se desvíe más de 25 mm lateralmente del recorrido establecido.