
Los camiones Scania que formaban el reloj se enfrentaban a diferentes dificultades, según la manecilla del reloj de la que formaran parte. Los de la segunda manecilla tuvieron que conducir en un circuito redondo en un círculo perfecto cada 60 segundos durante 24 horas. El camión del interior tuvo que mantener una velocidad constante de 13 kilómetros/hora, mientras que el del exterior tenía que mantener una velocidad constante de 53 kilómetros/hora.
Para los camiones que forman las manecillas de la hora y los minutos, el reto consistía en garantizar una secuencia perfectamente sincronizada de arrancadas y paradas.
Staffan Arvas, director de Marketing de Scania, explica el proceso: "ha sido necesario optimizar todos los camiones para la tarea específica que iban a desempeñar en el reloj. Gracias a la supervisión y análisis en tiempo real mediante nuestros servicios conectados este proceso ha sido posible".
Este reloj de camiones gigante estuvo funcionando durante 24 horas y se emitió a través de internet.