REVISTA TRANSPORTE PROFESIONAL
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Esta reunión se enmarca en el diálogo permanente entre los representantes en materia de transportes de la Xunta de Galicia con un sector fundamental para el empleo y el crecimiento económico de la comunidad gallega como es el transporte de mercancías por carretera. En este sentido el consejero, consciente de la importancia y del valor social del transporte de mercancías, señaló que trabajaría para intentar que el sector pueda desarrollar esta actividad fundamental para Galicia en las mejores condiciones posibles.
Por su parte, la Federación Gallega de Transportes de Mercancías por Carretera, FEGATRAMER, fundada en 1978 en Santiago de Compostela e integrada por varias asociaciones provinciales y territoriales, según los datos del Comité Galego de Transportes órgano consultivo en materia de transportes de la Dirección Xeral de Mobilidade, Consellería de Presidencia, Xustiza e Deportes de la Xunta de Galicia, es la organización empresarial más representativa del transporte público de mercancías por carretera de Galicia.
Durante la reunión con el consejero de Presidencia, Justica y Deportes y la directora general de Movilidad, los representantes de Fegatramer les expusieron la realidad del sector, su problemática y las propuestas y reivindicaciones del transporte gallego
Con relación a las distintas problemáticas expuestas, se desarrollaron las siguientes:
La atomización empresarial
Las más de 6.700 empresas de la comunidad gallega disponen de una media de 3,92 vehículos (4,15 en pesados y 3,43 en ligeros). Lo cual hace que dispongan de una gran flexibilidad, capacidad de adaptación y resiliencia, pero, por el contrario, carecen de músculo financiero y de capacidad organizativa para afrontar los retos que comporta el mercado único de transporte.
Transporte, un sector envejecido
El envejecimiento del factor humano en el transporte se produce tanto en el empresariado (con graves dificultades para llevar a cabo la necesaria sucesión en la dirección de estas empresas), como en el personal de conducción. Este factor, junto con la falta de mano de obra que permita el relevo en las plantillas, constituye uno de los grandes problemas que deben afrontar las empresas. Es significativo que el 65% de los empresarios del sector superen los 57 años y, de estos, la mitad superan los 65 años.
Por lo que refiere a los conductores, en esta comunidad disponen de más de 28.000 conductores profesionales de transporte público de mercancías por carretera. De estos, más del 50% supera la edad de 50 años (sobre unos 16.800 tienen más de 50 años) y unos 7.240 conductores se jubilarán en los próximos cinco años. En la actualidad, la demanda de conductores profesionales en Galicia es de unos 1.600 conductores al año, para compensar los que se jubilan o abandonan la profesión.
Las deficiencias en infraestructuras
Galicia carece de áreas de descanso en su red de carreteras (estatal, autonómica y local) para que los conductores puedan hacer sus descansos obligatorios. La mayoría de las existentes carecen del más mínimos servicios (aseos y agua).
- Galicia no dispone de ningún aparcamiento público cerrado y vigilado para camiones. El único proyecto que apoya la Xunta es Ourense y no está en manos del sector, sino de terceros. Situación de la terminal de Lugo y el proyecto de aparcamiento complementario en el polígono de as Gándaras.
- Falta de atención al empresariado del transporte. No deben confundirse los intereses de los clientes, cargadores, o los de la economía en general con los de los transportistas, pues aun cuando muchos de estos e incluso sus intereses puedan ser comunes, otros muchos no lo son o no lo es la solución que se ha adoptado o se pretende adoptar
- Penalización de Galicia, región periférica, frente a otras comunidades del Estado. Seguimos pagando peajes en las dos infraestructuras que vertebran Galicia AG-53 y AP-9. Con dos capitales de provincia que no tienen comunicación por Autovía entre sí (Lugo y Ourense). Además, Lugo, 20 años después de iniciarse las obras, no dispone de conexión por autovía con la capital de Galicia. Además, se teme que se pase de pagar peaje a pagar tasa por uso de infraestructuras y ello penalizaría no solo al sector industrial sino sobre todo al sector primario de forma grave, que verían afectada su competitividad
- Obras como la A-54 o los accesos a la Mariña lucense, la autovía Tui-La Guardia se eternizan y los camiones siguen teniendo que circular por carreteras que cruzan una sucesión de núcleos urbanos. Las autovías y carreteras nacionales presentan un estado lamentable. No solo la A-6 o la A-52, sino la AG-63, la A-8, la A-54 (en el tramo Santiago-Labacolla), la N-120, la N-640, la N-550, etc.
- El ferrocarril es casi inexistente en el transporte de mercancías en Galicia
- Escaso desarrollo de la intermodalidad, lo que impide un mayor aprovechamiento y explotación de las grandes infraestructuras portuarias de Galicia
La presión fiscal que soporta el transporte por carretera
- El transporte satisface a las arcas públicas los impuestos generales que gravan a las empresas en España (AE, IS o IRPF, IVA, IBI) además de los impuestos especiales (VTM tanto del camión como del semirremolque, tasas de visados de autorizaciones, tasas ITV, IEH)
Por ello la pretensión del pago por uso de las infraestructuras (0,19 €/km) y por emisiones (aun sin fijar, pero por el cual se prevé recaudar 6.000 millones al año), penalizarán la economía de las regiones periféricas dependientes del transporte de larga distancia, resultan una carga inasumible, según Fegatramer
Sería conveniente tomar conciencia y distinguir lo posible de lo deseable. Si el objetivo es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, teniendo en cuenta que la flota tiene una antigüedad media de 14 años, "debería de empezarse por impulsar su renovación a vehículos pesados más antiguos a Euro 6 y Euro 7, ello supondría reducir las emisiones de CO2 en un 95% con relación a un vehículo Euro 2" afirman desde la federación gallega.
La carga administrativa que complica la actividad diaria de las empresas de transporte
El aumento de la burocracia, trámites y documentación administrativa exigible en el transporte de mercancías constituye un coste relevante (además de cumplimentar las obligaciones contables, de declaraciones tributarias, laborales y de seguridad social, habrá de disponerse de denuncias, protocolo LGTBI, protocolo antiacoso, registro de residuos peligrosos, registro de salarios, registro de jornada, plan de prevención, protección de datos, plan de igualdad, factura electrónica, CMR electrónico, comunicación de transporte residuos, etc.), que se ve agravado por la lentitud y deficiente funcionamiento de algunas administraciones, como Tráfico o la Seguridad Social.